Miércoles 19 de marzo de 2003

 

Los vecinos de Maquinchao insisten en reclamar más obras públicas

 

Desde el gobierno local se reconoce que se han pegado pocos ladrillos en el pueblo.

 
El reclamo de los chicos apunta a quienes conducen los destinos del pueblo al frente de los distintas
instituciones.
MAQUINCHAO (AJ).- Una de las grandes carencias que reconoce tener el gobierno municipal es la falta de obra pública durante su gestión. En los últimos años son muy pocos los ladrillos que se han pegado en el pueblo. Y las quejas en los vecinos se hacen oir basadas en la comparación con otros pueblos que surge en forma inmediata. "Uno ve que Maquinchao está siempre igual. En cambio Jacobacci, Los Menucos crecen cada día más. Sierra Colorada tiene asfalto y este pueblo parece haberse quedado en el tiempo y las autoridades no lo ayudan a progresar", sostiene Sergio López, un vecino en total coincidencia con un pedido general.
La prioridad que le dio el gobierno al ordenamiento municipal y la marcada discriminación que hace el gobierno provincial con los municipios que no son de su mismo signo político ha llevado a que prácticamente no se pongan en marcha obras públicas. Después de muchos años de pedidos y reclamos que se transformaron en ruegos, la provincia decidió financiar la ampliación y refacción del gimnasio municipal. El edificio comenzó a construirse en 1987. Debido a su grandes dimensiones -800 metros cuadrados cubiertos- es el único edificio la localidad en el que se concentró una gran parte de las actividades sociales, deportivas y culturales. Pero el cambio de color político en el municipio hizo que la obra se paralizara luego de ejecutarse un 70 por ciento de la misma y el edificio estuvo durante muchos años casi inutilizable. Entre otras cosas, la falta de calefacción limitaba las actividades durante los fríos inviernos que castigan la zona.
A principios de febrero pasado el IPPV, a través C.A.S.A. Rionegrina, financió la ampliación y remodelación del edificio. Aportará unos 530.000, en dos etapas para la refacción y terminación del núcleo sanitario, el escenario, el primer piso del ala que da a la calle Independencia y la colocación de un sistema de calefacción central, entre otras cosas y la construcción de vestuarios y confitería.
"Para la comunidad es muy importante poder terminar el gimnasio. Creo que junto con la red de gas son las obras más importantes de los últimos años. Era un viejo sueño que hoy los maquinchense vemos como se está haciendo realidad", señala el intendente Javier Llancapán.
Por otro lado, en carpeta y lista para su ejecución está la construcción de la red cloacal en los barrios Alborada, IPPV y Aeroclub, obra que beneficiará en forma gratuita a unas 200 familias. Para su ejecución el ministerio de Desarrollo Social de la Nación aportará $111.000 y la obra se realizará en dos etapas. En la primera el proyecto prevé la construcción del sistema colector cloacal en los barrios y la segunda la planta de tratamiento de líquidos cloacales.

Mejoró la economía local

MAQUINCHAO (AJ).- Sin lugar a dudas este nuevo cumpleaños de Maquinchao se vive en forma distinta a cualquier otro. El 98ยบ aniversario llegó con una gran carga de optimismo en los vecinos debido a un repunte del mercado lanero que ha sido vital para una localidad cuya base de la economía depende pura y exclusivamente de la ganadería ovina. "Si la lana vale, todos andamos bien. Y después de mucho tiempo de "vacas flacas" el campo volvió a repuntar y eso ha sido muy bueno" sostiene Carlos Keller, dueño de la única ferretería del lugar.
La devaluación de peso ha provocado una reacción muy positiva en la lana, producto que se cotiza en dólares. Y en Maquinchao el efecto "devaluación" ha sido el causante principal de la reactivación que ha tenido la economía local. La mejor rentabilidad lograda ha permitido que los productores incrementen sus gastos en los comercios locales, contraten mano de obra para la zafra, la reparar alambrados, construir viviendas, comprarse un vehículo para el trabajo, entre otras cosas.

Las necesidades de los jóvenes

MAQUINCHAO (AJ).- La falta de oportunidades y de atención desvela a los jóvenes maquinchenses que ven pasar los años sin ser tenidos en cuenta.
"Hay gente que tiene ganas de hacer cosas pero no cuenta con el apoyo suficiente. Parece que en Maquinchao no hay lugar para los jóvenes que tienen ideas nuevas. En muchos lugares son siempre los mismos y no hay renovación. Creo que en parte el pueblo no avanza por esa la falta de oportunidades que tenemos los jóvenes", sostiene Sergio López (18). Y la desatención de los jóvenes se da en todos los aspectos. El deporte y la cultura casi no existen en Maquinchao. Esto lo remarca Pedro Sarries (18) al señalar que "faltan muchas cosas en el plano cultural y deportivo. No hay participación de los jóvenes porque falta incentivo. Ojalá que con el gimnasio esta situación mejore".
Silvio Ceballes fue un poco más allá al señalar que "las únicas diversiones que tenemos son ir a la plaza, a la radio -una FM local- o ver pasar el tren, porque no tenemos espacios para actividades recreativas y al deporte se le da muy poca bolilla desde el municipio".
En el plano laboral y educativo la oferta también es escasa. En la localidad hay establecimientos terciarios, lo que hace que muchos jóvenes vean truncas sus posibilidades de continuar estudiando.

Bien creativas y cooperativistas

MAQUINCHAO (AJ).- El centro artesanal Peñi Huem, que en lengua mapuche significa "hermanados", rescata una parte grande de la historia cultural de Maquinchao.
Es que el pueblo tiene sus raíces bien mapuche como su nombre, que significa "invernada", a pesar de que en sus comienzo recibió la llegada de libaneses, españoles e italiano entre otros inmigrantes.
Pero su cultura originaria no es olvidada por los vecinos que se esmeran cada día por mantenerla viva.
"Acá son 15 personas las que trabajamos. La mayoría descendemos de mapuches y trabajamos en esta profesión que heredamos de nuestros antepasados", señala Sofía Cayunao, mientras retuerce lana de un vellón de oveja en el "huso", una herramienta casera, con la que confecciona hilo.
Las artesanas trabajan entre cuatro y seis horas diarias. Y a partir de la lana de oveja confeccionan todo tipo de prendas que luego venden en la localidad y en Bariloche.
"Este oficio lo aprendí de mi abuela y me gusta lo que hago. En el centro la pasamos muy bien", dice Victorina Martínez.
Sentada al frente del telar la mujer confecciona fajas, tapices y patines para piso. Las artesanas también confeccionan medias, guantes, chalecos y suéters, entre otras prendas de vestir.
En el centro todo se hace en forma artesanal y siguiendo las enseñanzas mapuches. Desde el hilado hasta la confección de prendas, incluyendo el teñido de distintos colores de las prendas. "Generalmente hacemos los distintos colores de tintura los logramos de raíces de las plantas autóctonas. Sino usamos anilina", agrega Victorina.
Hilda Sáez, quien trabajan en una rueca, recuerda que el centro artesanal comenzó a funcionar en 1985 con un aporte canalizado a través del Obispado de Viedma.
"Hoy tenemos este lugar que es nuestro y trabajamos en forma de cooperativa. Compramos la lana de oveja en la localidad y vendemos las prendas. Si bien no ganamos mucha plata, es importante para nuestra economía hogareña".

Respiran un poco aliviados, después de un año difícil

MAQUINCHAO (AJ).- La mejoría que experimentó el mercado lanero y una buena relación con el Gobierno Nacional ha descomprimido la difícil situación vivida durante muchos años por el municipio local, en los que la demanda de los más pobres tuvo un fuerte incremento lo mismo que el índice de desocupación.
Hoy el municipio enfrenta un panorama muy distinto, aunque las autoridades son conscientes de que falta mucho por hacer.
Durante los últimos tres años, tiempo de la actual gestión, el objetivo estuvo centrado en el ordenamiento administrativo y financiero. Esto incluyó una sustancial baja en los salarios de los empleados, restricción de gastos y la casi paralización de la obra pública, considerada una "deuda" pendiente por las autoridades.
"Los vecinos ven menos inversiones en obras públicas. Por eso entiendo algunos reclamos en ese sentido y considero que es una carencia grande de nuestra gestión. Pero teníamos que optar y decidimos priorizar el ordenamiento del municipio para poder funcionar. De otra forma no podíamos hacerlo. De aquí en adelante el panorama es otro" sostiene el intendente, Javier Llancapán. Al hacerse cargo de la intendencia, el gobierno heredó una deuda de 300.000 pesos, a proveedores y ex funcionarios, y un atraso de tres meses de sueldos y la misma cantidad de aguinaldos a los empleados. A esto se le sumaba el atraso de cinco coparticipaciones. Actualmente, a pesar de que sólo el 15 por ciento de 600 contribuyentes paga regularmente sus impuestos, con los mismos ingresos el municipio y un fuerte incremento de los precios provocado por la devaluación del peso, tiene los sueldos al día y no arrastra deuda de esta gestión.
   
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