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Viernes 7 de marzo de 2003 | ||
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Invernaderos para sacar a los chicos de la calle |
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Llegaron a Cutral Co las cuatro estructuras que faltaban en el plan de contención para niños y adolescentes |
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Los beneficiarios percibieron los 70 pesos de las becas que les otorga la Nación, mientras reciben la formación en huertas, panadería y roperos comunitarios. A los tres invernaderos que ya funcionaban desde mediados del año pasado, ayer se sumaron los cuatro que faltaban para que los chicos y adolescentes incorporados a este programa, puedan trabajar. "Dentro de la propuesta hay dos partes, una de ellas voluntaria que es la pedagógica y ayer logramos que en el CPEM Nº 43 se nos den vacantes para que los jóvenes reingresen a la secundaria. Mientras que en la Casa del Joven, ya hay 30 anotados para la escolaridad primaria", dijo ayer a este diario el coordinador Miguel Avila. Ayer, se terminó de colocar el invernadero en el patio del centro comunitario del barrio Aeroparque, donde irán a trabajar los chicos que opten por las huertas comunitarias. Hay otros que prefieren hacerlo en las panaderías y el resto en los roperos comunitarios. Los beneficiarios cobran 70 pesos a modo de beca y son los encargados de realizar todas las tareas relacionadas a la huertas. La diagramación de la propuesta incluye a un total de doce barriadas, en las que se concentran este tipo de actividades, según explicó Avila. Se trata de los barrios Progreso, Brentana, Peñi Trapún, Nehuen Che, Pampa, Daniel Sáenz, San Martín -ex 500 Viviendas-, Aeroparque, Parque Este y Oeste, Aeroparque y Belgrano. "Avanzamos en la propuesta. Pero no es un logro total si no un trabajo social. Nos sentimos satisfechos por la presencia de los presidentes de barrio porque sienten el programa como propio y lo pelean para que se instale en su sede", agregó. La tarea que desde el año pasado se lleva a cabo tanto con los niños como adolescentes y jóvenes con problemas de índole familiar o adicciones, incluye una participación del ámbito judicial, el hospital, las escuelas y los centros comunitarios, tal como manifestó Avila. El miércoles se produjo el pago de los 70 pesos en concepto de beca que reciben estos 150 anotados, que corresponden a los tres últimos meses trabajados. El progreso que se advierte en la tarea realizada con estos jóvenes se vio reflejado la semana anterior cuando participaron de un congreso en Buenos Aires. Hasta allí viajaron tres representantes para formar parte de las jornadas a las que asistieron 248 participantes de diferentes puntos del país. "El trabajo de preparación intelectual, de contención y afectivo se advirtió allí. Algunos evolucionan más rápido que otros, pero es un trabajo humano", comentó Avila. Incluso uno de los jóvenes fue elegido entre sus pares para cerrar el taller del que participó. La mayoría de estos jóvenes que integran el programa, cuya ayuda a través de becas llega desde Nación, pero los fondos de la infraestructura los proporciona la comuna, antes poblaban las esquinas de las barriadas más conflictivas. "Me hablaron de Miguel y él me sacó de la calle. Me siento mejor porque tenía la necesidad de hacer algo y no de estar todo el día en la esquina", comentó uno de los jóvenes. La falta de oportunidades es la principal razón que esgrimen estos chicos para definir su delicada situación social. |
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