Sábado 1 de marzo de 2003

 

Arreglos contrarreloj en las escuelas de Bariloche
 

Quedan muchos trabajos por realizar, que en varias escuelas impedirán el inicio normal del ciclo. Hay preocupación por el elevado nivel de deserción.

  SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- Como una película vista cien veces, el Consejo Provincial de Educación tenía ayer muchas obras menores a medio terminar que impedirán el normal inicio de las clases previsto para el próximo lunes.
En algunos establecimientos los alumnos deberán amontonarse a la espera de aulas que todavía están en plena construcción. En otros directamente les dirán que se vuelvan a sus casas porque faltan colocar vidrios o reparar calefactores e instalaciones sanitarias.
Un dato alarmante inaugurado este año es la relativa facilidad que tuvieron los chicos para conseguir vacantes en el nivel medio y la baja llamativa de la matrícula en algunas escuelas primarias, donde el Consejo cerró cuatro secciones por falta de chicos.
La delegada del CPE para la Zona Andina, Cristina Balest, reconoció que el bajo número de inscripciones "llama la atención" y no está señalando una fuga a la educación privada sino un nivel importante de deserción.
Virginia Caracoche, de la Unter local, también consideró un indicador grave la disminución de alumnos en primaria y reclamó la realización urgente de un censo escolar en los barrios más necesitados. Con los resultados en la mano se impondrá luego la adopción de un plan intensivo para incorporar al sistema a los chicos que no van a la escuela.
Caracoche también pasó revista a los problemas de infraestructura irresueltos y advirtió que de ningún modo está garantizado el inicio de clases en todos los colegios.
Con cierto hastío por la repetición del mismo cuadro año tras año, la dirigente opinó que el Estado provincial "instaló la precarización como norma" y obliga al docente "a acostumbrarse a trabajar en las peores condiciones".
Dijo que aunque la ministra Ana Mázzaro declare satisfecha que el inicio de clases "no corre riesgo", existen otros riesgos "como el de que un techo se caiga en la cabeza de los chicos o que siga bajando el nivel del servicio educativo porque el docente no está en condiciones de llevar adelante un verdadero proyecto pedagógico".
Las escuelas que enfrentan más problemas son la 312 de Dina Huapi, donde había un proyecto para emplazar dos aulas nuevas pero sólo una está lista y la otra sigue en construcción.
En la 310 del barrio Arrayanes recién la semana próxima arreglarán los vidrios rotos y la calefacción deficiente. La 315 de Malvinas también tiene problemas de vidrios y estaban en plena ejecución los trabajos para garantizar la provisión de agua.
La 187 seguirá funcionando en un precario edificio alquilado porque el propio está en reparaciones y no podrán mudarse hasta junio próximo.
Un capítulo aparte merecen las obras del Prodymes, por el cual se ejecutan ampliaciones y se provee equipamiento de laboratorios y bibliotecas en cuatro CEM. En dos de ellos, aunque fueron anunciados en noviembre, los trabajos todavía no empezaron.
Balest dijo que el atraso se debe a que la financiación proviene del Banco Mundial, que recién liberó el dinero luego del acuerdo con el FMI.
Ese programa involucra en Bariloche una inversión de 1,28 millón de pesos y tiene otros detalles insólitos como la provisión (aún a pesar del clima patagónico) de ventiladores de techo para las salas de informática.
Desde la Unter opinaron que se trata del típico absurdo en el que incurren funcionarios que nada saben de las necesidades reales en las provincias. Balest confía en que cuando llegue el momento se podrán canjear los ventiladores por otro elemento.

En El Bolsón sobran problemas y falta espacio en los colegios

EL BOLSON (AEB).- El concepto de "normalidad" que utilizó la ministra Ana Mázzaro al referirse al próximo inicio de clases, parece no aplicarse en El Bolsón, donde una escuela media y otra especial no podrán dictar clases desde el lunes porque aun se realizan obras, un CEM tiene varios cursos "en el aire" y otro de adultos deberá esperar que terminen los trabajos del lugar que ocupan.
La falta de espacio en las escuelas bolsonesas ya es algo que el CPE no puede seguir negando.
"Por lo menos, falta una escuela para cada nivel", señalan las autoridades educativas. La afirmación, escuchada desde hace tiempo en El Bolsón, jamás fue llevada a la práctica y a pocos días del inicio del ciclo lectivo 2003 hay alumnos que viven la incertidumbre de no saber si tendrán aula.
Padres de alumnos del CEM 10 fueron convocados a una reunión donde la supervisora del nivel les comunicó que "aun no fue creado el 3ª 3ra. y 4º y 5 Agroforestería deberá pasar a la tarde, por razones de falta de espacio". La solución, que para muchos es un parche de último momento, molestó a los padres por el cambio improvisado de horarios.
Los mayores problemas se generan en el nivel medio, donde varias escuelas están obligadas a compartir el mismo espacio físico. "En realidad, se necesita un edificio para el CEM 48, que ahora comparte aulas con el CEM 10 y CEM 30" señalan.
Una situación similar se da con el secundario nocturno para adultos que reparte sus clases entre las aulas de la escuela primaria 318 y el CEM 30.
La falta de espacio dio lugar a propuestas insólitas, como la realizada por un enviado del CPE que sugirió colocar alumnos en la sala de preceptores, sin tener en cuenta que la oficina de dirección del CEM48 fue cedida el año anterior para instalar allí un curso.

Seiscientos que no empiezan

El lunes 3 de marzo, mas de 600 alumnos sólo del nivel medio no comenzarán sus clases. Todavía hay máquinas y obreros tratando de concluir los trabajos (que se iniciaron tardíamente) en el edificio del CEM 30. A ellos se suman los de 3º 3ra., turno mañana del CEM 10, unos 30 chicos, a quienes todavía no se les creó el curso.
Todo esto, sin dejar de recordar que los niños de la escuela especial 21 tienen que esperar hasta abril para iniciar el cursado, cuando concluyan las obras lárgamente reclamadas y que recién empezaron en diciembre pasado.
"La ministra va a inaugurar el ciclo lectivo a San Antonio Oeste, porque dice que está todo normal. ¿Por qué no viene a El Bolsón para explicar qué entiende ella por normalidad?", comentó una madre muy enojada al enterarse de los cambios de turno. "Esto nos perjudica la organización familiar y nadie nos escucha ni lo tiene en cuenta. Hace tiempo que reclamamos mayor espacio en las escuelas" agregó.
   
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