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Jueves 13 de marzo de 2003 | ||
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Arriaga con poder algo desparejo |
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Ratifica que ganará la gobernación. Pero admite que al menos por ahora, su poder electoral está concentrado en el Alto Valle y Bariloche. Debilidad en Valle Inferior y Línea Sur. No subestima al radicalismo ni al peronismo, pero sostiene que están conducidos por dirigentes que ya no pueden ofrecer mucho de nuevo. |
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Advirtió sin embargo que ganará las elecciones. Sin embargo lejos está de subestimar el poder de las dos fuerzas con las que, sostiene, dirimirá a "todo o nada" la lucha por la gobernación: el radicalismo y el peronismo. "Se trata de estructuras a las que no hay subestimar, y que tienen el mismo modo de hacer política. Son muy parecidos. Manejan aparatos, pero sus dirigentes son los mismos de hace 20 años", señaló en sentido crítico. A modo de ariete de campaña electoral que desarrolla, sostuvo que "vamos a seguir mostrando lo que hemos hecho y la forma en que en Cipolletti administramos el Estado: una municipalidad saneada, sin deudas con nadie, al día con los empleados y con muchas obras importantes". Al reflexionar sobre la instalación de su candidatura en la provincia, reconoció fortalezas y debilidades. "En líneas generales, avanzamos en cada uno de los lugares. Nuestra presencia, con muchísima intención favorable de votos, es muy fuerte en todo el Alto Valle. La sensación es que en esta zona vamos ganando con ventaja", sostuvo el intendente de Cipolletti. Y acotó: "Estamos muy bien en Bariloche, medianamente bien en el Valle Medio y con dificultades, lo reconozco, en Viedma y en Línea Sur", comentó. Sostuvo entonces que ante estas flaquezas, la estrategia del Frente Grande apunta a que "en estos dos sectores pongamos toda la fuerza y el entusiasmo para aumentar el crecimiento de nuestro proyecto". No quiso confirmar Arriaga ninguna candidatura, pese que Alberto Weretilneck está sindicado como seguro candidato a intendente de Cipolletti, que Fabián Gatti encabezaría la sábana de diputados provinciales y que Luis Bardeggia iría a la punta por una banca en el Congreso de la Nación. "Vamos a definir el tema cuando se convoque a elecciones. No existen definiciones concretas para ninguno de los cargos", enfatizó. Al menos desde lo que confiesa, Arriaga está inquieto por las eventuales repercusiones que puede adquirir en la provincia la elección para presidente de la Nación a concretarse en abril. Primero porque el Frente Grande dejó en libertad a sus afiliados y seguidores para votar a quien les parezca. Y segundo "porque no me quita el sueño la gravitación que pueda ejercer el peronismo sobre el electorado" si gana a nivel país alguno de sus tres candidatos: Néstor Kirchner, Carlos Menem o Adolfo Rodríguez Saá. -La gente puede votar a Kirchner y votarme a mí en la provincia, tranquilamente -comentó. Evaluó que la ciudadanía premia las buenas administraciones, en esto puso al tope la suya con su equipo y trajo a colación, para argumentar su concepto, lo que ocurrió recientemente en la capital neuquina con Horacio "Pechi" Quiroga. -La gente va a tener que optar entre un buen administrador, como yo, un diputado que por eso tiene tiempo para andar por todos lados como Miguel Saiz, o un ex diputado desocupado como puede ser Carlos Soria -dijo Arriaga. Y luego se despachó con un lacónico: "No hay nada que capacite más en un nivel ejecutivo ni que deje más experiencia en la administración del Estado que un intendente". |
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