Sábado 1 de marzo de 2003
 

Blix consideró un "avance hacia el desarme real" la propuesta iraquí

 

La promesa del gobierno de Saddam Hussein de comenzar hoy mismo la destrucción de algunos misiles cuestionados por la ONU socavó aún más los esfuerzos de EE. UU. de encontrar un apoyo internacional amplio al ataque a Irak, que de todos modos parece inevitable. El informe del jefe de los inspectores de la ONU podría ser más benigno que lo esperado, aseguran expertos.

 
Estados Unidos se acerca cada vez más a la posibilidad de realizar el ataque a Irak con una "coalición reducida", con Gran Bretaña y algunos aliados europeos y asiáticos.
BAGDAD/PARIS, (AFP/ Reuters) - El jefe de inspectores de las Naciones Unidas, Hans Blix calificó ayer de "significativa" la promesa iraquí de desmantelar decenas de misiles prohibidos , tal como pedía la ONU, y pidió garantías de que la destrucción se lleve a cabo hoy según lo prometido por el gobierno de Saddam Hussein.
Udai al Tai, director general del ministerio iraquí de Información, dijo que la destrucción de los Al Samud 2 comenzará a realizarse hoy mismo si se llega a un acuerdo con los inspectores.
Blix consideró que la decisión iraquí es "un elemento muy importante para un desarme real" del régimen de Bagdad.
La decisión iraquí complica aún más los esfuerzos de Estados Unidos y Gran Bretaña para lograr el aval de Naciones Unidas a un ataque contra Irak.
Las declaraciones de Blix, dejaban entrever que su informe trimestral sería más positivo de lo que hacían presagiar algunas filtraciones de prensa, lo que también socava la posición de los partidarios de usar la fuerza contra Saddam.
Ello no quiere decir que la posibilidad de la guerra, para la que Estados Unidos desplegó más de 210.000 hombres e importantes medios aéreos y marítimos en la región del Golfo, deba descartarse. Pero parece menos probable que una intervención militar sea legitimada por la ONU.
"La guerra tendrá lugar, la administración estadounidense ha tomado la decisión, y si busca una segunda resolución, es solamente para agradar a su aliado británico", afirma un diplomático de alto rango de la ONU .
Profundamente dividido, el Consejo de Seguridad trata infructuosamente desde el lunes pasado de decidir entre un proyecto de resolución que abre el camino a la fuerza y una propuesta de reforzamiento de las inspecciones mientras permitan progresar en el desarme de Irak.
El cumplimiento por parte de Bagdad de la exigencia de la ONU de destruir sus misiles Al-Samud 2, cuyo alcance supera según los inspectores el límite autorizado, es considerado un factor importante para el posicionamiento de varios miembros del Consejo de Seguridad.
Ayer, la Casa Blanca buscó minimizar el impacto de la decisión de Bagdad: "Se trata de una maniobra que el presidente (Bush) había anticipado", declaró su portavoz Ari Fleischer. El proyecto de resolución presentado por Estados Unidos, Gran Bretaña y España no recibió el apoyo oficial de ninguno de los otros doce miembros del Consejo.
Estos, ya sea directamente o por intermedio de organizaciones regionales a las que pertenecen, se declararon en favor del memorándum que preconiza el refuerzo de las inspecciones, presentado por Francia, Rusia y Alemania.
Para ser aprobada por el Consejo de Seguridad, una resolución debe reunir un mínimo de nueve votos y no ser vetada por ninguno de los miembros permanentes (China, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña y Rusia).
El viernes el ministro de Relaciones Exteriores ruso Igor Ivanov afirmó que Rusia hará uso de su derecho de veto si fuera necesario "para preservar la estabilidad en el mundo", sin mencionar sin embargo el conflicto con Irak. El tema del veto es hoy puramente formal, ya que el proyecto de resolución anglo-hispano-estadounidense no parece contar con nueve votos.
Seis países (Angola, Camerún, Chile, Guinea, México y Pakistán) se declararon en favor de la continuación de las inspecciones, aunque son considerados sensibles a las presiones.

Ya debaten cómo será el futuro gobierno

Erbil, Irak (dpa) - Un consejo con miembros seleccionados por los grupos de oposición iraquíes gobernaría Irak hasta que se sienten las bases para la celebración de elecciones libres y democráticas en ese país, afirmó ayer un líder kurdo en la ciudad de Erbil, en el norte de Irak.
Presuponiendo la caída del actual presidente de Irak, Saddam Hussein, Jalal Talebani, líder de la Unión Patriótica del Kurdistán (PUK), dijo a los representantes de los medios que ese consejo no debería sin embargo ser considerado un gobierno temporal, y que el número de miembros de ese cuerpo podría incrementarse en el futuro.
Talebani aseguró que, en el caso de ser derrocado Saddam, él mismo formaría parte del consejo, de seis miembros, junto con Massoud Barezani, del Partido Democrático Kurdo (KDP), y Abdul-Aziz Hakim, del Consejo Supremo de la Revolución Islámica en Irak (SCIRI).
También estarían en el órgano los proestadounidenses Ahmad Jalabi, del Congreso Nacional Iraquí (INC), Iyad Alavi, del grupo monárquico, y Adnan Pachechi, un turcomano diplomático de carrera. Sin embargo, niAlavi ni Pachechi asistieron al encuentro de la oposición iraquí que concluyó ayer en Salaheddin, cerca de Erbil.

   
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