Jueves 27 de marzo de 2003
 

Kurdos, la guerra dentro de la guerra

 
  Los kurdos iraquíes, enfrentados a Saddam Hussein, pero también a los turcos y que no confían mucho en Occidente porque no cumplió sus promesas de apoyo a un Kurdistán independiente, ahora amenazan con abrir su propia guerra dentro de la guerra de Estados Unidos contra Bagdad, ante la presencia de tropas de Ankara en su territorio.
Aliados secundarios de los Estados Unidos en el ataque a Irak, los kurdos pueden convertirse en un fuerte dolor de cabeza para las tropas de la coalición, de romperse el difícil equilibrio que sostienen estas últimas con el ejército turco, socio estratégico en la OTAN.
"La actual y la futura presencia de Turquía en Irak se deben a consideraciones humanitarias y a la preocupación por el terrorismo", afirmó ayer el portavoz del gobierno turco, Cemel Cicek.
Se cree que aproximadamente 10.000 soldados turcos ya se encuentran en el norte de Irak, donde Ankara mantiene desde 1997 una presencia militar discreta, sobre todo para luchar contra los guerrilleros kurdos turcos del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), que se refugiaron allí.
"Según mis informaciones, las fuerzas turcas entraron en Irak hace dos días", declaró ayer el ministro ruso de Defensa, Serguei Ivanov, y agregó que ello podría "llevar a una reacción en cadena incontrolable" y "salirse del marco regional".
Los kurdos, duros opositores al gobierno de Irak, que movieron a George Bush padre en 1991 a crear la zona de exclusión del norte para salvarlos de la masacre iniciada por Hussein, actualmente no reciben de Estados Unidos, sin embargo, máscaras antigás y su reclamo de un Estado independiente es ignorado por Bush hijo para no incomodar a Turquía.
"Los estadounidenses dieron siete millones (de máscaras antigases) a los israelíes; también podrían encontrarnos cuatro millones para nosotros", se quejó la semana pasada Massud Barzani, jefe del Partido Democrático del Kurdistán (PDK) ante la enviada del "Corriere della Sera" a la zona autónoma de los kurdos.
Lo cierto es que los kurdos son el mayor pueblo sin Estado del mundo: más de 30 millones de personas con una lengua y cultura comunes, pero que viven repartidas entre Turquía, Irak, Irán, Siria y Armenia. Su territorio es una de las mayores reservas acuíferas y petrolíferas del Medio Oriente.
Casi todo el crudo extraído por Turquía y Siria, y un tercio del de Irak, surge de los pozos perforados en suelo kurdo. Estados Unidos ya dijo que no aportará los 30.000 millones de dólares que ofreció al gobierno de Ankara si permitía el ingreso de sus tropas en Turquía para atacar por el norte a Irak.
Sin embargo, la autorización más limitada para usar su espacio aéreo que les concedió el primer ministro, Recep Tayyip Erdogan, tenía como contrapartida el ingreso de tropas turcas en el Kurdistán iraquí. Viejos enemigos entre sí, pero forzosos aliados contra Saddam Hussein, Barzani, jefe del PDK y Yalal Talabani, de la Unión Patriótica del Kurdistán (UPK, los más próximos a Estados Unidos), unificaron el mando militar de sus 70.000 milicianos para tratar de frenar una posible intervención turca en Irak.
"A partir de ahora vamos a actuar como un solo grupo ante cualquier agresión externa", afirmó Barzani, en clara alusión a la intervención de tropas turcas, según el diario "El País" de Madrid.
(Télam/SNI)
     
     
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