Miércoles 12 de marzo de 2003
 

La amenaza de las
"áreas sin ley"

 

Por Andrés Oppenheimer

  Una nueva amenaza está acaparando la atención de los funcionarios del gobierno de Estados Unidos a cargo de asuntos latinoamericanos: la proliferación de "espacios sin gobierno" o "áreas sin ley" en la región.
Escuché por primera vez estos extraños términos en noviembre pasado, cuando el secretario de Defensa norteamericano Donald Rumsfeld mencionó casi al pasar en una reunión de ministros de Defensa en Santiago, Chile, que las "zonas sin gobierno" son una de las varias amenazas a la seguridad hemisférica.
En ese momento no entendí lo que Rumsfeld estaba diciendo, pero tampoco me hice demasiado problema. Hace mucho que dejé de tratar de entender todo lo que dicen los funcionarios del Pentágono: el lenguaje de los militares de Estados Unidos, con sus siglas cada vez más complicadas y sus nuevos términos tecnológicos, se ha convertido en una nueva lengua que no tiene nada que ver con el inglés y que es imposible de entender para civiles como uno.
Pero la semana pasada, el general James T. Hill, jefe del Comando Sur de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos, a cargo de las relaciones militares con América Latina, dedicó parte de su discurso ante una conferencia en Miami a hablar sobre el tema y explicar lo que significa.
"Hoy en día la amenaza a los países de la región no es la fuerza militar de un vecino, o la invasión de un poder extranjero. La amenaza actual es el terrorista, el narcotraficante, el traficante de armas", dijo Hill. "Esta amenaza es una hierba que es plantada y crece en los espacios sin gobierno, como las costas, ríos y áreas fronterizas despobladas".
En la nueva visión de los militares norteamericanos, uno de los principales peligros para la seguridad de América Latina ya no viene de ejércitos extranjeros o guerrillas urbanas que toman las capitales de los países y pasan luego a controlar el interior. Por el contrario, el peligro viene de organizaciones criminales que ocupan espacios vacíos en las junglas, y otros lugares remotos, y se expanden desde allí.
Entre las muchas áreas sin ley en América Latina se encuentra la triple frontera entre Argentina, Paraguay y Brasil; el corredor de Tabatinga-Leticia en la frontera de Brasil con Colombia, la zona de Lago Agrio entre Ecuador y Colombia, y la selva del Darién en Panamá.
Asimismo, Surinam es un país pequeño que prácticamente es un área sin ley, donde operan mafias de Rusia, Turquía, Nigeria y Colombia, además de grupos radicales islámicos, dicen los expertos militares.
Según funcionarios de Estados Unidos, las recientes crisis económicas de América Latina han agravado el problema. A medida que los gobiernos se han debilitado, se han cortado los presupuestos militares, la clase media rural emigró a las ciudades y muchos países de la región se quedaron con grandes áreas sin presencia del gobierno, donde están proliferando narcoterroristas y grupos criminales de todo tipo.
¿Qué habría que hacer? Una propuesta que se está discutiendo en círculos académicos militares, escrita por el coronel Joseph R. Núñez, profesor de la Escuela de Guerra del Ejército de Estados Unidos, propone la creación de una "fuerza regional multinacional"" que ayudaría a combatir el crimen transnacional, además de hacer tareas de rescate en casos de desastres naturales.
Los ejércitos nacionales no pueden combatir por sí solos a grupos que operan libremente a través de las fronteras, argumenta Núñez. Para evitar temores latinoamericanos de que Estados Unidos pudiera usar esa fuerza regional para derrocar regímenes hostiles, Núñez propone una "cláusula de soberanía" según la cual ningún país tendría la obligación de sumarse a misiones que no apoyen.
En una entrevista en su despacho pocos días después de su discurso, le pregunté al general Hill sobre esta idea de una especie de OTAN hemisférica. Hill respondió: "No lo veo posible, y tampoco veo la necesidad de hacerlo". Señaló que lo que se necesita es una mayor cooperación entre los países latinoamericanos entre sí, para cuidar los espacios vacíos en sus fronteras.
Estoy de acuerdo. Al margen de otras consideraciones, en medio del actual clima antiestadounidense en América Latina, incentivado por los planes de guerra contra Irak del presidente George W. Bush, el apoyo regional a una propuesta norteamericana de crear una fuerza multinacional sería nulo.
Una idea más realista es la que presentó en la conferencia de seguridad de Miami el analista militar argentino Julio A. Cirino, que propuso que los países latinoamericanos formen fuerzas de seguridad subregionales para combatir el crimen en las áreas fronterizas, sin la participación de Estados Unidos.
Lo que está claro es que los países latinoamericanos deben controlar sus áreas fronterizas donde no hay presencia de la ley. De lo contrario, toda América Latina podría convertirse en un "área sin gobierno".
     
     
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