Sábado 8 de marzo de 2003
		Vivir en igualdad y convivir en la diversidad
		Por Mabel Bellucci
		Este año, para el Día Internacional de la Mujer se experimentan otras propuestas para homenajear y recordar a las 129 obreras muertas, en 1908, de la fábrica textil neoyorquina Cotton. Entre los planteos más novedosos se encuentra la organización de una movida cultural desde la mañana hasta la noche que se lleva a cabo en la fábrica recuperada Grissinópoli, en el barrio de Chacarita. Evidentemente, el clima rupturista de la revuelta del 19 y 20 de diciembre del 2001 estimula a explorar nuevas visiones que van más allá de las clásicas intervenciones públicas que hasta el momento se hicieron para la fecha: marchas y actos de mujeres para mujeres. A partir del lema convocante "Vivir en igualdad y convivir en la diversidad", grupos de lesbianas, travestis, trabajadoras sexuales, asambleístas, ahorristas, organizaciones de mujeres de izquierda, feministas, gays, corrientes internas de sindicatos, piqueteros y piqueteras, centros de estudiantes e independientes, se fueron reuniendo durante el verano para preparar dicho evento. La apuesta de más alto voltaje es construir una nueva cultura anticapitalista y antipatriarcal desde una jornada político/artística de resistencia que consiste en promover acciones culturales que se desarrollan simultáneamente en un clima asambleario. Al leer la invitación, se presume que hay de todo como en botica: videos relacionados con la vida asamblearia; contra la violencia doméstica; con las luchas piqueteras; testimonios de travestis; un reportaje sobre la guerra y el armamentismo; el movimiento de resistencia global en Seattle y debates filosóficos en torno del aborto. Se presentan también pinturas y fotografías de mujeres y varones; collages y muestras que circulan en distintas asambleas porteñas: Lo más fuerte en el género musical y de la danza es el tango y el jazz. Asimismo, se cuenta con la presencia de madres de víctimas del gatillo fácil y de la protesta social.Y, por supuesto, la intervención de los vecinos y vecinas de este barrio tan tradicional de Buenos Aires es fundamental. En cuanto a la dinámica aplicada para que esta movida cultural fluya sin premisas previas ni encasilladas, es que la gente se autoconvoca grupalmente frente a determinadas cuestiones que surgen a partir de los disparadores artísticos que están direccionados para que las imágenes y los cuerpos en movimientos desplacen a los discursos tradicionales. En verdad: todo un desafío.
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