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Viernes 28 de marzo de 2003 | |
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Hallan en el Chimehuín partes de bicicletas robadas |
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En Junín de los Andes se roban entre 15 y 20 bicis por mes. Los ladrones usan las partes y tiran los cuadros numerados en el río. No descartan que se trate de una importante organización. |
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| JUNIN DE LOS ANDES (ASM).- Policías a pie y a lomo de caballo y con el auxilio de buzos de Prefectura, rastrillaron sectores del lecho del río Chimehuín y las pequeñas islas de ese curso de agua a lo largo de 4.000 metros, hasta hallar cuadros de bicicletas arrojados por reducidores para evitar la identificación de los damnificados por robos. Así, la policía dio otro paso en procura de desbaratar la actividad de las que serían verdaderas bandas que se llevan de las calle de Junín de los Andes, entre 15 y 20 bicicletas al mes. Se trata de números considerables si se tienen en cuenta las dimensiones de esta localidad de 11.000 habitantes. "El robo de bicicletas es el más común en nuestra ciudad, y hemos puesto a trabajar a nuestros distintos recursos para hallar a los responsables y reducir tanto como se pueda esta modalidad delictiva", informó ayer a la mañana Marcos Martín, titular de la comisaría 25. En ese contexto, semanas atrás se realizaron allanamientos en los barrios Lanín y Primeros Pobladores, que permitieron dar con más de una veintena de rodados malhabidos. El caso es que cada bicicleta que se presume hurtada implica luego la labor para dar con el propietario, quien debe reconocer el bien con la documentación pertinente. Asimismo, cada uno de los bienes recuperados implica la apertura de una causa. Los policías intentan determinar si detrás de estos casos están las mismas personas, en la presunción de que podría tratarse de gavillas organizadas, que comercializan los distintos accesorios y que al cabo son la parte más "jugosa" del negocio. Por caso, una rueda completa o "armada" se vende al público en el mercado legal a un precio de entre 55 y 85 pesos; un equipo de cambios completo -según su calidad- varía entre 300 y 600 pesos o puede llegar a más de 2.000 si se trata de un sistema profesional; un asiento tiene un valor que oscila entre los 15 y los 20 pesos. Si bien las piezas malhabidas se pagan seguramente a precios inferiores en el mercado negro, los valores de referencia pueden ser indicadores de la magnitud del "negocio" entre los reducidores. Con esa hipótesis y nuevos datos entre manos, los investigadores orientaron las pesquisas al río Chimehuín, en la inteligencia de que los presuntos reducidores se desprenden de los cuadros que son el elemento más fácilmente identificable por tener numeración. Así, el pasado miércoles, una comisión policial de la comisaría 25, con el auxilio de personal de la Brigada Rural y la participación de buzos de Prefectura con asiento en San Martín de los Andes, realizaron un rastrillaje del lecho y de decenas de islas, en una franja de 4.000 metros desde el Parque Industrial al sur. Las sospechas se confirmaron, los agentes hallaron seis cuadros de bicicletas, algunos bajo el agua y otros mimetizados entre los pastizales de las islas. Ahora intentarán dar con los propietarios y establecer relaciones, si las hay, con el resultados de los allanamientos. |
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