Viernes 21 de marzo de 2003

 

Piden tres años en suspenso para camionero que asesinó a un joven

 
  ZAPALA (AZ).- El fiscal de Cámara subrogante, Alejandro Cabral, solicitó ayer una pena de tres años de prisión en suspenso para el camionero Juan Arranz, quien en noviembre de 2000 mató a un joven en una gresca frente a su vivienda. El fiscal justificó su pedido, al sostener que el acusado actuó bajo "emoción violenta".
El querellante Hugo Altamirano pidió 12 años por homicidio simple y la defensa exigió la absolución a partir de la postura de los peritos que afirmaron que el acusado "no pudo dirigir sus acciones".
El episodio se produjo en la madrugada del 5 de noviembre de 2000 cuando un grupo de jóvenes, entre los que se encontraba el fallecido Ramón Becerra, robó parte del cargamento de cerveza de uno de los camiones de Arranz que se encontraba estacionado en el barrio 180 Viviendas. Además destrozaron todos los vidrios de la unidad.
Ante esta situación intervino Nicolás Arranz, hijo del acusado, quien mantuvo un altercado con el grupo de muchachos. Alertado sobre el incidente, Arranz llegó hasta el lugar y alcanzó a separar a su hijo. Sin embargo, lejos de renacer la calma, la gresca se potenció y la patota arremetió con una lluvia de palos y piedras contra la vivienda de Arranz, donde también estaban su ex esposa y otro hijo de corta edad.

Tiró con un pistolón

En medio del tumulto, Nicolás Arranz recibió una pedrada en la cabeza, lo que desató la reacción de su padre. Ingresó a la casa, tomó un pistolón y disparó contra Ramón Becerra quien falleció instantes después.
Para el fiscal, la actitud de Arranz fue provocada por la inactividad policial, ya que los 12 efectivos que llegaron para calmar la situación no actuaron. "Si la autoridad policial, que es el Estado, no actúa, alguien tiene que poner freno a la situación", manifestó el fiscal, quien además pidió que se instruya un sumario por el comportamiento de los uniformados.
"Se registró una situación de alteración producto de la sucesión de hechos delictivos que sufrió Arranz de parte de este grupo de jóvenes", consignó Cabral.
Asimismo explicó que los frenos inhibitorios "se vieron disminuidos" al momento de accionar el arma y encuadró la acción como "homicidio en estado de emoción violenta" solicitando una pena de tres años de cárcel en suspenso.
La querella, por su parte, discrepó con esta postura y sostuvo que se trató de un hecho donde "no hubo miedo sino espíritu de venganza". Hugo Altamirano pidió 12 años de prisión por interpretar que se estaba frente a un homicidio simple. El defensor Rubén Bortolatto, en cambio, planteó la absolución de Arranz basado en el informe pericial que determinó que "no pudo dirigir sus acciones". La sentencia se leerá el próximo jueves en la Cámara Multifueros.
   
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