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Martes 11 de marzo de 2003 | ||
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Tropiezo en la causa por el crimen de Santillán |
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Ahora dicen que no hay pruebas suficientes contra el presunto autor. Le revocaron la prisión preventiva, pero sigue preso por otros hechos. |
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Según trascendió ayer de fuentes judiciales, los camaristas habrían señalado que la rueda de reconocimiento no sería una prueba de peso suficiente para mantener imputado al sujeto, identificado como Nicolás Brevi Rojas, de 21 años. A Brevi se lo acusa de cometer media docena de robos a mano armada en esa zona del oeste neuquino, y por ese motivo está procesado y en prisión. El asalto a Santillán habría sido uno más de esa serie, pero fue el único que terminó en tragedia. La noche del 27 de octubre, el hombre de 47 años estaba atendiendo el quiosco ubicado en el interior del locutorio de Godoy y Quimey, cerca del hospital Heller, cuando ingresó un sujeto armado y le exigió el dinero de la recaudación. El comerciante intentó resistirse y trató de rociar con gas paralizante al agresor, pero el delincuente fue más rápido y le pegó un balazo calibre 9 milímetros en el pecho. Después escapó junto con un cómplice que lo esperaba afuera en una moto. La división Homicidios de la Policía realizó una paciente y minuciosa investigación, mientras en el barrio crecían el temor y la indignación por el crimen. En enero, los pesquisas lograron atrapar a Brevi después de un largo seguimiento. Se había rapado el cabello para que no lo reconocieran, y cambiaba continuamente de aguantadero porque sabía que la policía estaba tras sus pasos. El joven fue sometido a una rueda de reconocimiento, y de acuerdo con algunas fuentes seis de ocho testigos lo reconocieron como supuestamente involucrado en el asesinato de Santillán. Una de las que lo reconoció sería la hija de la víctima, quien estaba en el quiosco cuando mataron a su padre. La justicia de Instrucción le dictó la prisión preventiva pero de acuerdo con la información que trascendió ayer, esa medida fue revocada por un fallo de la Cámara de Apelaciones. Los magistrados habrían señalado que la rueda de reconocimiento no era una prueba suficiente y categórica para mantener imputado al sospechoso. Ahora la policía y la fiscalía de Homicidios deben reunir más elementos de prueba, porque siguen manteniendo la hipótesis de que Brevi está involucrado en el crimen. El sospechoso seguirá en prisión ya que se le atribuyen media docena de robos a mano armada en la zona oeste, todos cometidos con una metodología calcada: entraba al local comercial (quioscos, despensas, locutorios), apuntaba con una pistola 9 milímetros a las víctimas, apenas hablaba, exigía el dinero con una o dos frases cortantes, y desaparecía. En algunos casos, contaba con la complicidad de otro individuo que se desplazaba en una moto. Curiosamente esta clase de robos, que azotaron la zona oeste en setiembre y octubre, dejaron de ocurrir después del 27 de octubre. |
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