Viernes 7 de marzo de 2003
 

Nueve años de prisión por el crimen de Llambay

 

El condenado dijo que su socio lo presionaba y lo había agredido. Los magistrados descartaron la emoción violenta en el ataque. La víctima era un comerciante de Viedma amante del turf.

 
Luis Fernández fue condenado a nueve años de prisión por el crimen de su socio, con quien tenía un stud en Patagones.
BAHIA BLANCA (AV-ABB)- El Tribunal Criminal NÂș 2 de esta ciudad condenó ayer a la pena de nueve años de prisión a Luis Fernández al ser hallado responsable por la muerte de Jorge Llambay, un conocido comerciante de Viedma, amante del turf y del ambiente nocturno.
Los jueces María Eloísa Errea de Watkins, Alejandro Cantaro y Ariel Soto, calificaron al hecho como "homicidio simple" en base a las pruebas reunidas el 28 de setiembre de 2001 cuando ocurrió la muerte en el patio del stud "La Farola" que se encuentra en Carmen de Patagones, que ambos compartían para la crianza de caballos de carrera.
Al caer la tarde de ese día primaveral, y según entendieron los jueces, Fernández le efectuó tres disparos con su carabina calibre 22 desde el paredón de una vivienda lindera, uno de los cuales resultó letal ya que se alojó cerca del corazón.
La camarista Watkins consideró en la sentencia leída ayer -sin la presencia del acusado- que la autoría "se encuentra plenamente acreditada" a partir del reconocimiento efectuado por el propio imputado durante el juicio oral.
En ese momento, Fernández comentó que mantenían una sociedad en el stud inicialmente en buenos términos, pero luego la relación se fue deteriorando al punto tal que fue agredido por Llambay, quien le exigía la devolución de 1.200 pesos como contraprestación de servicios relacionados con esa actividad.
Además, relató que recibía amenazas contra su vida y ante el temor decidió dispararle.
La magistrada coincidió con el encuadramiento legal de "homicidio simple" expuesto por el fiscal Pedro Munguía, quien solicitó una pena de 10 años de prisión, rechazando así los términos del abogado defensor Hugo Sierra al alegar un estado de emoción violenta y obviamente reclamar una reducción de la condena.
Consideró "incompatible" con el episodio los dichos del defensor basándose en los datos aportados por el propio imputado que infieren en ese momento "una actitud previamente reflexiva" para matar a Llambay.
En su voto, Watkins computó como agravante la modalidad del hecho cometido en forma sorpresiva "ocultándose detrás de un paredón mientras la víctima se encontraba distraída hablando por teléfono" a pocos minutos de haber llegado al stud.
Cantaro y Soto coincidieron con la calificación y la pena impuesta, sin embargo este último rechazó el voto mayoritario de recluir inmediatamente en la cárcel de esta ciudad a Fernández, tomando en cuenta que el cambio del beneficio de excarcelación del que gozaba el acusado por la prisión "es inconstitucional".
Por otra parte, los magistrados valoraron al dictar la pena la actitud de Fernández de haberse presentado espontáneamente ante la comisaría de Patagones "permitiendo el rápido esclarecimiento, su sincera confesión, el estado de ánimo por el que atravesaba el imputado derivado de la tensa relación que mantenía con la víctima, el buen concepto del que goza y el hecho de no registrar antecedentes penales".

El dueño de la lujosa cupé amarilla

BAHIA BLANCA (AV-ABB)-El ahora condenado es un hombre conocido en el ambiente hípico. Hace unos años en el viejo hipódromo de Viedma resultó víctima de un disparo que le afectó una pierna y que en la actualidad le impide caminar correctamente.
Sin embargo, el más popular de los dos era Jorge Llambay, quien en los últimos días de su vida solía transitar las calles de la Comarca Viedma-Patagones en una llamativa cupé Mercedes Benz de color amarillo.
Llambay vivía en la costanera viedmense y tenía un kiosco con venta de quiniela en la céntrica Alvaro Barros y Rivadavia de esta capital pero era reconocido por su dedicación a la cría de caballos, a su vinculación al ambiente de la noche y turfístico. También se lo relacionaba a la actividad de prestamista y con algunos referentes del poder político rionegrino.
Hace varios años cumplió una condena por hechos vinculados a la piratería del asfalto, y antes de asociarse con Fernández permaneció alojado en la cárcel de Viedma, según comentó el autor del hecho a los magistrados bahienses.

La defensa anticipó que apelará la sentencia

BAHIA BLANCA (AV-ABB)- El defensor Hugo Sierra anunció que apelará la sentencia contra Fernández insistiendo en que su defendido actuó en un momento de emoción violenta.
El letrado bahiense dijo a "Río Negro" que "tenemos un plazo de 20 días para presentar el recurso ante el Tribunal de Casación" de la justicia bonaerense.
Explicó que la figura de emoción violenta prevé una pena sensiblemente inferior a la que le aplicó el tribunal con un mínimo de un año de prisión y un máximo de seis años de reclusión.
Señaló que a casi un año y medio del caso Fernández, no estuvo preso por las características del caso como que se presentó espontáneamente aunque "tenía la exigencia de presentarse mensualmente ante la Justicia" de Bahía Blanca.
Adelantó que volverá a insistir con que le se otorgue la excarcelación mientras siga el juicio, pronosticando que la casación podría extenderse por dos años más.

   
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