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Jueves 6 de marzo de 2003 | ||
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Descomunal batalla campal en Valentina Sur |
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Empezó cuando un almacenero se negó a fiar más cervezas. Fue ayer a la madrugada, duró seis horas y luego atacaron a policías. Hay media docena de heridos y un patrullero resultó dañado. |
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Anoche el sector permanecía custodiado en previsión de que se reanudaran los enfrentamientos. Durante el furioso enfrentamiento volaron piedras y "bolitas" de cerámica en todas direcciones. Jóvenes, adultos y menores de edad hicieron frente a los cartuchos antitumulto de los grupos especiales de la policía, avanzando y retrocediendo en un territorio apenas iluminado junto al tanque de agua del EPAS. "Fue un problema de convivencia vecinal en el que faltó el diálogo y se llegó a esta situación extrema", explicó el jefe de la comisaría 12, Roberto Martiarena. De acuerdo con las fuentes consultadas, los incidentes comenzaron alrededor de las 23 del martes e involucró a vecinos radicados en dos manzanas enfrentadas, identificadas con las letras X y W. En la manzana W vive la familia Jara, propietaria del almacén "Leíto", y en la otra hay varios grupos familiares conocidos por los apellidos Carriqueo, García y Solorza, entro otros. Al parecer un hijo de Jara fue agredido por sujetos del otro sector (hasta le habrían robado dinero) y cuando fueron a reclamar, los atacaron nuevamente. Los pobladores de la manzana X se habrían disgustado con el almacenero porque ya no les fía cerveza. Inferiores en número, los Jara terminaron recluidos en su vivienda mientras un grupo de 20 a 30 sujetos los atacaba a piedrazos. Hasta una "molotov" También les arrojaron una botella con combustible y una mecha encendida, lo que se conoce como cóctel molotov, que provocó un principio de incendio en la puerta de acceso. El sereno del EPAS avisó a la policía, y cuando llegó el primer patrullero los revoltosos dirigieron su agresión hacia los efectivos. Se convocó a otras unidades de refuerzo, y convergieron hacia el barrio móviles de las comisarías 16 (San Lorenzo), 18 (Gran Neuquén) y el grupo especial de la Policía Metropolitana. La batalla campal se prolongó hasta las cinco de la madrugada. Martiarena informó a "Río Negro" que los grupos especiales disparaban balas de goma y recibían como respuesta piedrazos y "bolitas" de cerámica arrojadas con gomeras. "Fue impresionante la cantidad de cosas que nos tiraron", dijo. Los agresores retrocedían ante el avance de la policía "y se encerraban en sus casas. Nosotros decidimos no meternos porque en las viviendas hay bebés y ancianos, y no queríamos agravar las cosas. Por ese motivo tampoco se arrojaron gases lacrimógenos", añadió el jefe policial. Ese juego brutal de avance y retroceso se prolongó durante toda la madrugada. "Recién a las 5 se calmaron y se fueron todos a dormir. Influyó el cansancio y que muchos estaban ebrios", señaló Martiarena. La policía custodió todo el día la vivienda de los Jara, que hace 20 años están radicados en el barrio, para prevenir nuevos incidentes. Los ánimos quedaron caldeados y las heridas abiertas, por lo que no se descarta un segundo capítulo de la batalla. |
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