Miércoles 5 de marzo de 2003
 

Condenado por matar al amigo a golpes y puñaladas

 

El hecho ocurrió el año pasado en una precaria vivienda de Río Colorado. Víctima y victimario eran compañeros de copas. La víctima fue golpeada con un palier y recibió ocho puñaladas.

  ROCA (AR).- Un verdulero que habitualmente se juntaba junto a un grupo de personas a ingerir bebidas alcohólicas en una vivienda del barrio Buena Parada de Río Colorado, fue condenado a ocho años de prisión al ser hallado culpable del crimen de uno de sus compañeros de copas.
Según relataron varios testigos a los integrantes de la Cámara Tercera del Crimen, las reuniones para beber eran habituales, y generalmente se terminaban peleando entre ellos. Sin embargo, el 7 de marzo del año pasado, la cosa fue más allá de las discusiones, y terminó con un muerto.
La víctima, identificada como Sergio Venegas, recibió varios golpes en la cabeza con un palier de auto que le provocaron diversas fracturas. Además, recibió ocho puñaladas en distintas partes del cuerpo que resultaron ser fatales.
El detenido y a la postre condenado, fue identificado como Moisés Asael Alvarez Rojas. Los camaristas basaron su condena en los numerosos testimonios y las pericias de los forense.
Incluso, el propio imputado le confesó la autoría del hecho y los elementos utilizados para matarlo a los policías que lo detuvieron. Si bien la confesión no es válida judicialmente, las pericias corroboraron los dichos de Alvarez Rojas.
El fiscal Eduardo Scilipotti, pidió que el imputado sea condenado a ocho años de prisión. Basó su alegato en que el dueño de casa dormía profundamente y que víctima y victimario eran los únicos que quedaron bebiendo en la precaria vivienda.
Además, consideró el relato que hizo Alvarez Rojas a la policía, y descartó la posibilidad de la legítima defensa, ya que el imputado no presentaba lesiones ni golpes. También descartó el estado de inconsciencia a pesar de la abundante ingesta.
La defensora oficial Gabriela Labat calificó a su cliente, en base a las pericias, como un "alcohólico habitual", y destacó el testimonio de un testigo que vio a Alvarez Rojas balbuceando y que no podía dialogar. Dijo que el acusado no tuvo intención de matar, y solicitó la absolución por el beneficio de la duda.
Subsidiariamente pidió que el accionar de su cliente sea encuadrado en la legítima defensa basándose en el testimonio de uno de los policías que lo detuvo, quien indicó que Alvarez Rojas les dijo que se defendió de una agresión de parte de Venegas. "El hecho de que estuviera sucio, da la pauta que existió una pelea", aseguró Labat.
Los camaristas concluyeron en que si existió una agresión verbal por parte de Venegas, el imputado habría podido poner fin a la disputa tras derribarlo de un golpe de puño, como lo hizo. Sin embargo, y mientras estaba en el suelo, golpeó a la víctima con el palier en la cabeza y luego lo apuñaló en varias oportunidades.
También descartaron la amnesia por la ingesta alcohólica, ya que los integrantes del Cuerpo Médico Forense determinaron que el imputado comprendía la criminalidad del hecho.
Los jueces coincidieron con el pedido del fiscal Scilipotti, y condenaron a Alvarez Rojas a ocho años de prisión.
   
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