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Sábado 1 de marzo de 2003 | ||
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La falta de lluvias causa serios problemas al ganado |
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Los animales se alimentan mal y eso genera un proceso de deterioro. |
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Sólo si se registran lluvias durante los meses de marzo y abril se detendrá el deterioro y se puede esperar una recuperación de la oferta forrajera de los pastizales. Consultado el técnico del INTA, Jorge Ferraroti, explicó que esta complicación se remonta al otoño del año pasado, donde las precipitaciones fueron bastante menores que el promedio en cuanto a volumen. "Hubo algunas lluvias interesantes en febrero pero luego fueron muy mezquinas y no hicieron el efecto que esperábamos en el pastizal, o sea no se fortificó el sistema radicular de las plantas. Ahí comienza el ciclo productivo y ese ciclo comienza con falencias por falta de agua", señaló. Agregó que en los meses importantes que tienen real efecto sobre el desarrollo de las forrajeras no hubo precipitaciones buenas en cuanto a volumen y oportunidad. "En este momento sería oportuno que llueva durante marzo y abril, con lluvias normales, porque se paraliza el deterioro y empezaría un período de recuperación. Si estas lluvias no se dan en el otoño, la situación sería tremendamente grave", expresó Ferraroti. Desde hace unos meses los productores ganaderos están aliviando la carga, sacando los animales livianos (terneros), como así también las vacas comprometidas (vacas viejas con dentadura gastada) que son las que tienen menos probabilidades de subsistir frente a un período adverso. Para ello están utilizando distintos sistemas como la venta directa o en su defecto para capitalizar afuera (engorde en otras regiones). "Probablemente cuando concluyamos con la vacunación general antiaftosa que recién comenzó, sabremos en cuánto se aliviaron los campos de esta zona y cuales son las categorías que bajaron en cantidad", afirmó. En la actualidad el pasto está seco y los campos presentan una pobre disponibilidad forrajera porque fracasó el otoño anterior y la primavera. El pasto que no se consumió tiene un valor nutritivo muy bajo, por lo tanto el animal se llena pero no se nutre. Ejemplificó que "una vaca si no tiene el ternero, tiene una necesidad de mantenimiento nutricional muy baja, y entonces aunque coma forraje grosero y de calidad mediocre, subsiste hasta que comience el nuevo ciclo productivo. En cambio suministrar pasto en fardos es muy engorroso y además está en juego la parte económica. En caso de hacerlo, debe ser estratégico", indicó. Agregó que si en los próximos quince o veinte días venideros llueve bien, "a los sesenta días nos olvidamos de este sofocón". El técnico explicó que estos períodos de precipitaciones por debajo del volumen es un componente natural y entonces el ganadero debe reducir la demanda forrajera, porque eso es lo que puede manejar. Finalmente sugirió a los ganaderos sacar los terneros temprano, buscando una metodología para no perder plata vendiéndolo muy liviano, perfeccionando el sistema de capitalización buscando un invernador que maneje bien el engorde. |
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