Un triunfo para entrar en zona de clasificación

Cipolletti logró una agónica victoria ante Douglas Haig y subió en las posiciones.

Festejen muchachos. Cipolletti sufrió, pero sumó tres puntos de oro para soñar.

CIPOLLETTI (AC/AN).- El desfile continuó y la cosecha de puntos, también. Cipolletti mantiene estadística perfecta en la "Visera", pero la victoria de anoche fue especial, porque por primera vez en el torneo se metió en zona de clasificación para los cuartos de final del Argentino A.
Ahora fue Douglas Haig de Pergamino el que no pudo hacer el negocio y se marchó con las manos vacías del reducto cipoleño, donde el dueño de casa tuvo pasajes de buen fútbol y ganó por un agónico 5 a 3.
La noche empezó con muchas sorpresas. En ocho minutos, el local estaba 2-0 arriba y pintaba para fiesta. Juan Carlos Flores colocó un cabezazo desde el punto penal y Javier Muñoz definió de zurda para desatar la locura en la parcialidad albinegro, que todavía se acomodaba en las tribunas.
Con esto, el panorama del partido cambió completamente. Cipolletti siguió con la idea de atacar, pero como el resultado ya lo favorecía, no fue tan contundente como en el arranque.
El visitante, mientras tanto, armó su plan. Primero superpobló el mediocampo y después se dedicó a buscar el área rival. Gabriel González "volvió loco" a Sebastián Flores y se transformó en la gran solución para los pergaminenses.
A los 26, el delantero anotó el descuento y sobre el cierre de la etapa, recibió una dudosa falta de Flores, que para Gustavo Müller fue clara. Penal, gol de Rafael Rodríguez y otra vez a remar.
En el medio, "Cipo" mostró poco y nada. Germán Alecha se retrasó demasiado, Diego Landeiro no repitió sus últimas producciones y así las chances de riesgo fueron nulas.
Como en el primer tiempo, el equipo de Domingo Perilli pegó de entrada. Y otra vez por arriba, aunque con otro protagonista: Cristian Martínez les ganó a todos y puso el 3-2.
A diferencia de la etapa inicial, Douglas no reaccionó. Le jugó sus fichas a González, que tuvo un rendimiento muy distinto y fue controlado por la última línea local.
Cuando la expulsión de Adrián Aranda facilitaba le facilitaba el cierre a Cipolletti, ocurrió todo lo contrario. Diego Giamarchi metió un golazo, estableció el 3 a 3 y enmudeció a la "Visera".
Corrían los minutos y el local no encontraba respuestas, hasta que llegó el estallido: Maximiliano Amorone la embocó y "Cipo" se encontró con la ventaja.
A poco del cierre, Müller cobró otro penal, esta vez para el dueño de casa y Martínez se encargó de decorar un resultado clave para las aspiraciones del albinegro, que dio un paso clave y esta en carrera para meterse entre los ocho mejores.

Una noche vivida a full

Los gerenciadores de Cipolletti no se equivocaron cuando eligieron el horario nocturno para el crucial partido de anoche. El público respondió en gran forma y hubo un marco similar a los que se registraron en el 2002, cuando el albinegro se adjudicó su zona. Alrededor de 3.000 personas llegaron hasta la "Visera".
Lo más llamativo estuvo en la zona de plateas, que fueron ocupadas en un porcentaje muy alto. A media hora del arranque, el panorama no era el ideal, pero todo cambió con la pelota en marcha. La noche también le jugó una buena pasada a los cantineros, que tuvieron mucho trabajo y sobre todo, una importante demanda de choripanes.

Ojo, muchachos: Durante el partido cayeron algunos proyectiles al campo de juego. Ocurrió unos minutos después del descuento de Douglas y, por suerte, no pasó a mayores. Cipolletti ha sufrido varios dolores de cabeza por estas situaciones y hacía tiempo que no ocurría. ¡Tranquilos, muchachos...!

Mal recuerdo: Los hinchas de Cipolletti no recibieron de la mejor manera a Gustavo Müller, quien dirigió mucho tiempo en la Confluencia y, decididamente, no dejó un buen recuerdo. Los silbaron desde que ingresó y ni hablar después cobrar el dudoso penal del primer tiempo. Cuando finalizó la etapa, el hombre de negro se retiró con custodia policial. (AC/AN)