Jueves 13 de marzo de 2003

 

Rácing ratificó que anda derecho

 

Le ganó a Oriente Petrolero, jugando en un muy buen nivel.

 
El mendocino Rueda grita con todas sus ganas el gol de apertura de Rácing.
BUENOS AIRES (Especial) - Rácing sigue de fiesta. Ahora en el torneo de la Copa Libertadores de América, es que anoche le ganó con toda solvencia a Oriente Petrolero (Bolivia) por 2 a 0 y quedó como único puntero del grupo 6 y está a un paso de pasar a la siguiente ronda.
No le costó mucho a Rácing apropiarse del primer tiempo. Desde el vamos dejó bien en claro quién sería el dueño del partido. Así fue que al minuto nomás avisó lo que se vendría después. En una jugada donde Mariano González se fue por la izquierda, dejó un par de rivales en el camino, tiró centro y Luis Rueda se lo perdió por poco.
El equipo boliviano quiso reaccionar, pero no pudo. Es que a los seis los académicos se pusieron en ventaja.
Otra vez fue Mariano González -la figura del partido en los primeros 45 minutos de juego- el gestor de la jugada. Recibió de Arano por izquierda, llegó casi a la raya, dejó desairado al lateral boliviano, tiró un centro que bajó de cabeza el "Mumo" Peralta y el mendocino Rueda que siempre está donde deben estar los goleadores, metió el 1 a 0, con un fuerte derechazo a media altura.
Eso dejó tambaleante a Oriente Petrolero y sin respuestas para lastimar en la zona roja del local, y así se de a poco se convirtió en el spárring de los de Avellaneda.
Es que los muchachos de Osvaldo Ardiles tuvieron no menos de cinco oportunidades claras para aumentar en el marcador. Llegaba tan fácil a la última línea visitante que el segundo parecía que llegaba en cualquier momento.
Pero no fue así, el apuro de los delanteros albicelestes evitó que se fueran al descanso con una diferencia más amplia, ya que fueron sumamente superiores a un conjunto boliviano muy pobre, tanto en ataque como en defensa.
En el inicio del complemento Rácing liquidó el partido.
Es que a los 10 puso el 2 a 0, tras una gran jugada colectiva que ka terminó el juvenil Andrés Orozco. Allí se terminó el partido.
Fue un monólogo del local y sólo había que esperar cuál sería el resultado final.
No fue del 2 a 0, por cosas del destino, pero de igual manera la fiesta que se vivió en el "Cilindro" de Avellaneda fue interminable, ya que el sueño de lugar codo a codo con posibilidades en los dos torneos se está cumpliendo.
   
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