Domingo 2 de marzo de 2003
 

Una vida distinta en Casa Amarilla
 
  Caen las sombras de la noche sobre Casa Amarilla. Es viernes y mientras muchos jóvenes de su edad buscan las pilchas para inaugurar el fin de semana, Miguel está listo para cenar y levantarse temprano al otro día para entrenar y concentrarse en vistas al próximo partido. Un trajín que se repite a lo largo del año.
- ¿Cómo se sobrelleva la vida tan diferente a la de los otros chicos de tu edad?
- Forma parte del sacrificio que uno tiene que hacer para alcanzar las cosas que quiere. Si no me lo hubiera propuesto, tal vez no hubiera alcanzado lo que conseguí.
- ¿Hay muchachos que extrañan y tiene ganas de volver a sus pagos?
- Cada uno lo toma de diferente manera, al principio es difícil porque uno deja afectos y la familia, pero a medida que va pasando el tiempo se va conociendo gente, haciendo amigos y acostumbrando, porque se está haciendo un esfuerzo para en el futuro tener algún fruto.
- ¿Pensás en alguna transferencia al exterior?
- No, para nada, por ahora solo pienso en tratar de jugar bien cada vez que tenga una oportunidad. Aprender en cada partido, esto es todo muy nuevo para mí
- ¿Es difícil pasar del anonimato a ser nombrado por todos los medios deportivos ?
- Por suerte yo soy tranquilo y no me altera lo que está pasando.
- ¿Por educación o por formación?
- Por mi personalidad. (CR).
   
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