La magia de un viejo circo que alegra los barrios 28-2-03

Viernes 28 de febrero de 2003

La magia de un viejo circo que alegra los barrios

Un pequeño escenario móvil hace furor entre los chicos neuquinos.

La iniciativa forma parte del ciclo Neuquén Cultural del municipio y en cada show las risas se multiplican entre los pequeños.

NEUQUEN (AN).- La camioneta que se hace escenario llega temprano, cuando el sol todavía está arriba. Enseguida, los pibes curiosean, tocan y preguntan, de todo. Es algo así como un pequeño circo. Pero armado sobre un escenario que tiene cinco metros de largo por dos y medio de fondo. Allí se recrea el encanto del viejo circo, con música y ritmos modernos que pegan rápido entre los chicos, casi todos sub 14.
A la vez que un par de hombres arman la estructura, un malabarista con zancos comienza con una suerte de promoción, convidando su destreza y regalando gestos de mimo.
Cuando el sol se fuga, se prenden los primeros reflectores y de inmediato el pequeño rectángulo de la magia y de la risa toma cuerpo y forma. Lo demás corre por cuenta de los pibes.
Con una propuesta que comenzó en enero, la Subsecretaría de Cultura de la municipalidad completó ayer las 20 funciones callejeras que se distribuyeron en todo el mapa de esta ciudad.
La actividad se hizo en el marco del ciclo Neuquén Cultural que ayer hizo en pie en una canchita de tierra muy suelta (casi talco) ubicada en el barrio Gran Neuquén Norte.
Los encargados del área no se andan con chiquitas. Aseguran que desde que comenzó lo propuesta (que incluye teatro infantil y títeres) se arrimaron a la caravana entre 6.000 y 7.000 personas, casi todos chicos.
En la tarde noche de ayer, cuando las únicas luces eran la del pequeño circo, un centenar de chicos y grandes se descostillaban de la risa con los payasos Arturito y Robito. El primero es un acróbata y payaso, y el segundo payaso y mago, entre otras muchas cualidades.
"Mirá, hace 12 años que me dedico a esto, y siempre me emociona con los que te dan los pesitos estos. No se puede explicar, porque sale del corazón", afirmó Robito, un payaso made in Neuquén que acaba de cumplir 40 años. Parece de menos, porque reír rejuvenece, explica el payaso que sube a las tablas sin pintura. Es que esa parte la cumple sobre el mismo escenario.

Algunos los siguen a todos lados

Los organizadores de esa actividad, coordinada desde la cartera que conduce Oscar Smoljan, explicaron el formato del circo produjo un fenómeno llamativo: hay chicos que "nos siguen adonde vamos, quiero decir hay pibes que ayer estuvieron en el hospital Heller y ahora los tenemos acá", explicó el coordinador a este diario.
Lo que se genera alrededor de estas actividades callejeras es llamativo.
Sucede que siempre hay gente colabora para poder poner los espectáculos en escena. Ayer mismo, dos agentes de tránsito, además de hacer su trabajo específico, colaboraron para cuidar que los chicos no pasen cerca de un cable que, si bien estaba aislado, no dejaba de ser un conductor con electricidad.
El carro del show no sólo tiene artistas encima: también carga con el arte de la plástica neuquina Ana Zitti, que pintó el exterior con espectaculares motivos infantiles.
El reloj marcaba las nueve de la noche, Robito estaba junto al equipo de sonido ubicado en uno de los arcos de la canchita de Cayastá y Pérez Novella.
Las risas se habían adueñado de ese pequeño rincón de la ciudad.

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