Martes 25 de febrero de 2003

 

Playas Doradas tiene nueva soberana

 
 
Roxana Muñoz tiene 17 años y pretende recibirse de analista de sistemas.
PLAYAS DORADAS (Especial).- El brillo volvió a este balneario con el cierre de la II Fiesta Provincial de Playas Doradas, que esta vez fue acompañada por el buen tiempo. Miles de personas asistieron a la celebración, postergada una semana por la lluvia.
Ya en la madrugada del domingo se conoció a la nueva reina, Claudia Roxana Muñoz, que fue electa de entre seis jovencitas de Sierra Grande y que desde ahora reemplaza a la soberana saliente, Débora Dailoff.
Visiblemente emocionada, Dailoff esperó ansiosa la coronación de la nueva reina. "Este año no pude hacer tantos viajes de promoción por la situación económica", indicó la joven.
Las postulantes estaban desde el viernes en la villa, esperando la elección. El sábado el predio del futuro anfiteatro municipal estaba colmado esperando la proclamación de la nueva soberana.
Claudia Muñoz supo cautivar al público, que la vivó en cada una de sus pasadas. La nueva reina tiene 17 años y representó a una empresa de cosméticos. Cursa quinto año y su sueño es ser analista de sistemas.
Primera princesa fue elegida Carolina Cáceres, de 16 años, y segunda princesa Yazmín Amed, de 17 años.

En pantalla gigante

El video Cable Sierra Grande realizó una presentación de las candidatas en pantalla gigante y la emisión de un video promocional de cinco minutos del corredor turístico de Sierra Grande. Además hubo homenajes a Alfonsina Storni y a Francisco Pedraza, un joven ciclista local. También atractivo fue el espectáculo de las banderolas, jóvenes que hicieron distintas coreografías con las banderas de los auspiciantes de la fiesta, preparado por la profesora Olga Cavalli.
Lo que quedó para el olvido fueron los vacíos en la organización y el fracaso que significó la noche del viernes, durante la que estaba previsto un festival folclórico al que sólo asistieron unos 50 espectadores, un grupo de música y otro de danza. El fracaso se debió a un presunto complot para que los artistas locales no asistieran. "Algunos folcloristas me fueron a ver para que no viniera porque no nos pagaban", comentó a este medio un aficionado al canto, quien agregó que asistió a la fiesta porque lo hace por amor al arte y no por dinero.
También se advirtió una notable disminución del público con relación a fiestas anteriores, ya que por la fecha de realización quedan pocos turistas en el balneario.
   
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