La policía detuvo al padre del bebé golpeado

Lo acusan de tentativa de homicidio calificado.
No opuso resistencia.

"Nunca les pegó a los chicos. A mí tampoco; lo más que me hizo fue empujarme", dijo la joven de su esposo.

NEUQUEN (AN).- El padre del bebé maltratado fue detenido ayer en la madrugada por efectivos de la Policía neuquina por el supuesto delito de intento de homicidio calificado, según reveló una fuente judicial.
La madre del recién nacido, en cambio, mantiene la vigilia en el hospital Castro Rendón donde está internado el pequeño y confía en una recuperación milagrosa. "Me cuesta creer que él (por el progenitor) lo haya golpeado", solloza mientra reclama la restitución de los otros dos hijos del matrimonio que fueron puestos a resguardo por una orden de la jueza de Familia, Isabel Kohon, que interviene en el caso.
La fuente consultada dijo que el padre -cuya identidad se mantiene en reserva- fue aprehendido en su domicilio del barrio Villa Ceferino en la madrugada por un grupo de uniformados que estaban apostados en cercanías del domicilio.
El hombre está alojado en una dependencia policial local y, todo indica, que mañana deberá prestar declaración indagatoria ante el juez de Instrucción, Daniel Geloni, quien hizo lugar al pedido de detención que había solicitado la Fiscalía de Delitos contra las Personas.
Además deberá someterse a los exámenes y entrevistas psicológicas de rigor que se adjuntarán a las pruebas que tiene el expediente.
En las próximas horas el magistrado recibirá los informes médicos que determinarán el daño neurológico que presenta el pequeño como consecuencia de la fractura y hundimiento de cráneo que lo dejaron en estado de coma durante más de diez días.
Según trascendió, el hombre no opuso resistencia en el momento de su detención y se entregó a los efectivos policiales que intervinieron en el procedimiento.
La madre, una mujer de 27 años, en diálogo con "Río Negro" explicó que su esposo hace un año que se quedó sin trabajo y ella asumió la responsabilidad de proveer el sustento para el grupo familiar. Aseguró que ha realizado distintos trabajos para garantizar la comida de sus hijos. Recibe un subsidio de 150 pesos y una caja de alimentos.
Afirmó que cuando ocurrió el hecho había ido a buscar comida al comedor comunitario del barrio.
"Nosotros discutíamos en los últimos tiempos, pero era por los problemas económicos. El no es malo, jamás le pegó a los chicos ni a mí.... Aunque en los últimos tiempos sí, me empujaba", admitió.
Sin embargo, dijo que no creía que su esposo golpeara a los chicos. "Yo me hubiera dado cuenta si le pegaba al bebé, nunca vi que le pegara y los más grandes son muy apegados a él...", contó la mujer. (ver aparte)
Sin embargo, el pasado 30 de enero los padres irrumpieron en la guardia de pediatría del Castro Rendón con el bebé de 57 días sumergido en un cuadro gravísimo. Los médicos que lo atendieron dispusieron su inmediata internación en terapia intensiva por múltiples traumatismos.
Las lesiones lo dejaron en estado de coma y recién despertó trece días después. Pero el maltrato dejó una huella lapidaria en el cuerpo del recién nacido.
Los especialistas diagnosticaron parálisis cerebral por la muerte de numerosas células neurológicas.
Los informes médicos hallaron, además, vestigios de maltrato previos a la internación del pequeño. Esa prueba podría complicar aún más la situación del detenido.
El bebé se encuentra estable en una de las salas de pediatría del centro asistencial y con pronostico reservado.
El hecho se enmarca en los casos típico de padres golpeadores, que no reflejan rasgos de violencia en su actividad diaria. Según los datos recogidos, el sospechoso no registraba antecedentes por episodios de estas características.
Su esposa dijo que cuando le ha preguntado qué pasó con el bebé, sólo responde que "se ahogó con la mamadera" y que por eso le dio golpes para que reaccionaria. Los médicos ha constatado que el chico presentaba signos de golpes anteriores.

"Sólo me importan mis hijos, a él que lo juzguen"

NEUQUEN (AN) - Tamara se quiebra en sollozos cuando piensa en cómo quedará su bebé, después del impiadoso castigo que lo puso al borde de la muerte, y de sus otros dos hijos, que el viernes le retuvo la Justicia hasta que se aclare el terrible drama que la envuelve desde una semana. Pero apenas deja escapar alguna lágrima y de inmediato controla la emoción. "Me cuesta creer que él lo haya golpeado. Pero a mí eso ya ni mi importa, lo único que quiero es recuperar a mis hijitos y vivir con ellos. A él que lo juzgue la Justicia y Dios... Porque yo soy creyente y si el bebé se salvó por un milagro, creo que un milagro hará que crezca sanito", dijo la joven madre, sentada en un banquillo del hospital, donde pasa pasa las 24 horas del día cuidando a su hijo.
Tiene 27 años, es de baja estatura y trasunta un fuerte personalidad. Que ha ido moldeando a fuerza de coraje para enfrentar la adversidad y le permite, desde hace un año en que su esposo se quedó sin trabajo, salir a la calle a ganarse el sustento.
"Nosotros discutíamos en los últimos tiempos, pero era por los problemas económicos. El no es malo, jamás le pegó a los chicos ni a mí... aunque en los últimos tiempos sí, me empujaba. Pero yo me hubiera dado cuenta si le pegaba al bebé, nunca vi que le pegara y los más grandes son muy apegados a él...", contó Tamara, vestida con una remera blanca, calza gris y zapatillas.
Contó que esposo tiene 29 años, que se casaron hace ocho y que tienen tres hijos, el primero nació cuatro años después. "Ya terminó nuestro matrimonio. Ya lo hablamos, yo tenía intenciones de quedarme con la casita, que compartimos con otro muchacho (en un barrio del oeste), y él -nunca nombró al marido por su nombre- se iba a ir".
No tuvo palabras descalificantes para su esposo y cuando dijo que había golpeado al nene, ante la pregunta aclaró: "lo digo porque así me dicen que fue. Yo no lo vi y las veces le pedí explicaciones, siempre me lo ha negado". Contó que vio mal bebe -"blanco, pálido y agitado al respirar", explicó- y que al preguntarle a su esposo qué le había pasado, éste le contó que se ahogó con la mamadera y que lo había golpeado para que reaccionara. "Dijo que el bebé se había puesto blanco, como muerto", relató.