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Sábado 22 de febrero de 2003 | ||
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Dos jóvenes buscaron calor y hallaron la muerte |
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El monóxido de carbono volvió a ser letal, esta vez en el barrio Pájaro Azul de Bariloche. Las víctimas eran becarios del Instituto Balseiro. Tenían 28 y 30 años y habían llegado del norte. |
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Las víctimas, identificadas como Rubén Ramos y Pablo Grinblat, de 28 y 30 años, oriundos de las provincias de Jujuy y Tucumán, respectivamente, fueron halladas sin vida poco después de las 10 de ayer por sus compañeros de estudio, luego de dos días de ausencias injustificadas a las clases a que asistían en forma regular. La primera señal de alerta la dio el jueves por la noche la novia de uno de los estudiantes, pero recién ayer por la mañana sus compañeros se decidieron a verificar qué había pasado con Rubén y Pablo. Es probable que ante la falta de respuestas hayan forzado la puerta de acceso, porque en la abertura quedaron huellas de la violencia ejercida. Los estudiantes habrían tratado de reanimar a sus compañeros, pero todo esfuerzo resultó inútil, porque ambos estaban sin vida. La policía concurrió al lugar con sus expertos en criminalística, y Camuzzi Gas del Sur envió también a sus profesionales, que habrían detectado la presencia de un calefactor no declarado en el expediente de habilitación de las conexiones de gas domiciliaria. No obstante la deficiencia apuntada, los expertos no se pronunciaron sobre cuál de los aparatos habría producido la acumulación fatal de monóxido de carbono. Según informaron fuentes policiales, tanto Ramos como Grimblat residen en Bariloche desde hace aproximadamente un año y medio, porque ambos eran becarios del Centro Atómico y cursaban el doctorado en su especialidad. A comienzos de febrero habrían decidido alquilar un departamento en la calle Las Gaviotas 587, en el barrio Pájaro Azul, ubicado en el kilómetro 11.300 de la avenida Bustillo, y es muy probable que no hubieran probado el funcionamiento de los elementos de calefacción con anterioridad, porque recién el miércoles se produjo un descenso notable de la temperatura. Las muertes por inhalación de monóxido de carbono han sido bastante frecuentes en Bariloche, sobre todo cuando se inician los inviernos o cuando se ocupan casas o departamento que han estado deshabitados durante un período prolongado. El 3 de julio del año pasado murió una chica de 16 años en un departamento que acababan de alquilar ese mismo día y compartía con su madre y su hermana menor. Una semana después, una familia de turistas de origen chino, con domicilio en Buenos Aires, tuvo que ser evacuada del departamento que había alquilado en el centro de la ciudad, cuando cinco de sus integrantes comenzaron a sufrir los efectos de la intoxicación con monóxido de carbono y gas. En este caso fue providencial y oportuna la llegada de un miembro de la familia a la vivienda, porque le permitió observar el estado de sus parientes. |
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