Domingo 16 de febrero de 2003

 

Cabalgata solidaria, de Las Perlas al "Maruchito"

 

Una docena de jinetes emprende una travesía de seis días. Cubrirán más de 300 kilómetros por la meseta rionegrina. Juntarán fondos para el centro asistencial del paraje cipoleño.

 
Ultimos aprestos. Jinetes y pingos ya están listos para emprender la travesía. "Esto es algo que nos gusta de alma", dijeron.
NEUQUEN (AN).- "Teníamos una promesa pendiente. Además lo hacemos por solidaridad". Con estas palabras el presidente de la agrupación gauchesca "El descanso", Horacio Vargas, explicó los motivos que los impulsan a montar los caballos para travesía de seis días, a lo largo de más de 300 kilómetros.
Mañana a primera hora, cuando salga el sol, un grupo de jinetes junto a una tropilla de 20 caballos partirá desde Balsa las Perlas hacia el santuario del "Maruchito".
Cuenta la leyenda popular que "Maruchito" era un niño que fue asesinado por el capataz de un tropa y que, luego de que una mujer le hiciera una tumba, comenzó a cumplir los diferentes pedidos que le hacían. Hoy es considerado un santo patagónico por los pobladores de la zona y cada 22 de octubre se realizan precesiones al lugar.
La cabalgatase hará por varios motivos. El primero es recaudar fondos para donarlos a la sala de primeros auxilios de Balsa las Perlas. Cada uno de los jinetes aportará 30 pesos que se entregarán al centro de salud , aseguró Vargas en diálogo con este medio.
Pero el origen de la iniciativa hay que buscarlo hace casi un año atrás. Horacio Vargas y Antonio Muñoz, un paisano de 58 años que vive desde hace 22 en la Balsa, fueron a buscar un caballo recién comprado por Vargas, que se había escapado. Anduvieron dos días recorriendo la zona, durmieron en campo abierto durante las noches, sin poder encontrar al animal.
Una noche, en Los Barriales, a unos 25 kilómetros de las Perlas, Muñoz le comentó a su compañero que recién llegado a esta provincia pidió frente a la ermita del "Maruchito", poder tener varios animales. Y prometió, si alcanzada su objetivo, regresar con toda la tropilla.
"Yo le dije que estaba dispuesto a acompañarlo", recordó Vargas. "Pero le propuse organizar una cabalgata, cobrar la inscripción y donarle a algún lugar que lo necesite", explicó.
Así surgió la cabalgata que se pondrá en marcha hoy a las 20 cuando todos los participantes se junten en el lugar conocido como "La Lomada", en Balsa las Perlas.
En este lugar los 15 jinetes que serán de la partida harán un repaso del recorrido y revisarán cada uno de los detalles antes de emprender el viaje: comida, bebida, las herraduras de los caballos, las monturas y demás aspectos. Y mañana a las 6 comenzarán a transitar el camino por la árida meseta rionegrina.
El recorrido para llegar hasta el "Maruchito" es de 160 kilómetros de ida y piensan recorrer 50 por jornada. Dormirán a cielo abierto y llevan alimentos no perecederos. Una camioneta los acompañará durante el trayecto, "por cualquier emergencia", señaló Vargas.
Entre los participantes habrá una mujer de 60 años, María Angélica Zúniga, que participó en varias de las procesiones realizadas hacia el lugar y que es devota del "Maruchito". Además es la única mujer que será parte de la cabalgata.
"El Descanso" se creó hace cerca de seis meses y la integran paisanos del lugar. El próximo mes realizarán un festival folklórico en el que los participantes recibirán los diplomas.
Tras dejar las ofrendas, los jinetes emprenderán la vuelta y calculan que el sábado estarán de regreso.
Muñoz llevará su tropilla: "Es una promesa que tengo que cumplir. Y vendrá bien , porque tengo que "amadrinar" los caballos", señaló. Consiste en llevar una yegua con cencerro. "Una vez que se les mete el sonido no se van más del lugar donde esté la yegua", aseguró Muñoz.

Un mito construido desde la creencia popular

NEUQUEN (AN).- Como toda historia sobre mitos populares, la de "El Maruchito" tiene diferentes versiones. Al menos son dos relatos los que construyeron la vida de este chico, considerado un santo milagroso en Neuquén y Río Negro.
Maruchito era el nombre con el cual se identificaba a los chicos que acompañaban a los carreros.
Estos niños -en su mayoría huérfanos- hacían los mandados, alimentaban a los animales y buscaban leña. Las diferentes versiones indican que tenía entre 11 y 13 años cuando murió. Coinciden en que falleció trágicamente entre los parajes Aguada Guzmán y Cerro Policía, en el camino que va de Jacobacci a Roca y Neuquén, entre el año 1915 y 1919, un 22 de octubre.
La primera versión dice que fue asesinado a golpes por robar tortas fritas en un momento en el que la harina escaseaba. El capataz de la tropa lo golpeó ferozmente y lo dejó abandonado toda la noche, sin recibir ayuda. Al día siguiente murió, el cuerpo se enterró sin tumba y la tropa continuó su marcha.
Pero en el camino sufrieron varios inconvenientes, por lo que el capataz decidió regresar y enterrar al niño en una tumba. No pudo hacerlo: lo habían devorado los pájaros. Finalmente, enloqueció y tiempo terminó arrojándose a un río.
Otra de las versiones también tiene a un capataz de tropa como protagonista. Sostiene que el chico le robó la guitarra y lo mató. Tampoco fue sepultado.
Pasaron los años, y en la época en que los bandidos frecuentaban la región, una mujer que atendía una tienda, fue visitada por un forastero y, por temor de ser atacada, prometió levantarle una ermita, a cambio de preservar su vida. El hombre compró balas y ropas, le dijo que no tenía dinero para pagarle y al irse reveló que pertenecía a una de esas bandas.
La mujer construyó la ermita y el relato del santito milagroso se transmitió entre los pobladores.
Desde ese momento, comenzaron a pedirle diferentes favores al Maruchito.

Devota desde hace medio siglo

NEUQUEN (AN).- María Angélica Zúniga, nació en el paraje San José del Limay, en Río Negro, a pocos kilómetros del lugar donde fue asesinado el "Maruchito". Según indicó en diálogo con este medio, es devota del "Maruchito" desde "que tengo uso de razón".
Mañana será la única mujer que formará parte de los jinetes que cabalgarán hasta la ermita del santo patagónico. Asegura no tener miedo y dice estar más preocupado por su caballo que por ella. "Porque el caballo me va a llevar y me tiene que traer", bromea.
Participó en la mayoría de las procesiones que se hicieron hasta el "Maruchito" y este decidió sumarse a la cabalgata "porque no sé si voy a tener la posibilidad de volver a hacerlo".
Su familia la respaldó."Todo es una cuestión de fe", señaló. "Si el Maruchito quiere voy a llegar bien y no va a pasar nada".
Llevará como ofrenda tortas fritas. De los diferentes relatos con los que se construyeron la historia de el "Maruchito", ella es fiel creyente de la que explica la muerte del chico por haber robado las tortas fritas.
   
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