Viernes 14 de febrero de 2003

 

Hoy, día de arrumacos si los hay

 

El mundo celebra el Día de San Valentín.

  Sin dudas que hoy será un día muy especial para una escapada "à deux", para hacer chin chin con champaña en un sommier king size mientras se mira una película romántica, o para prenderle una vela a San Valentín (los devotos) y prodigar abrazos y besos mil (los apasionados).
Por si no se enteró, el 14 de febrero es el Día de los Enamorados, así que descarte todas las inhibiciones.
Todas, salvo la de husmear donde no debe, esto es, en los orígenes de esta fiesta, porque si lo hace todo terminará en platos rotos.
Shhh... Manténgalo en secreto: esta festividad proviene de la "lupercalia" romana, una procesión misógina que consistía en...¡azotar mujeres! La protagonizaban los "luperci", una cofradía de sacerdotes que rendían culto al dios Fausto Lupercus, equivalente al dios griego Pan, que aunque la Odisea no lo diga, fue engendrado por Penélope en ausencia de Ulises, ya que la buena mujer sabía en qué entretenerse además de tejer y destejer.
Los "luperci", desnudos y provistos de látigos hechos con el cuero de una cabra recién inmolada, iban en procesión en torno del Palatino azotando a las mujeres que no habían tenido hijos, con la excusa de que a fuerza de paliza se volverían fecundas.
Originalmente la lupercalia se festejaba el 15 de febrero y servía de glorioso anticipo al año nuevo, que entonces se festejaba los 21 de marzo, junto con el equinoccio de Primavera (en el norte).
Seguramente, de aquellos azotes derivó el concepto todavía en boga que dice "porque te quiero, te aporreo".
Con el tiempo la ceremonia cambió: cada 14 de febrero las mujeres depositaban sus nombres en grandes urnas y el 15 cada varón extraía uno. De esta forma se conformaban las parejas para asegurar la descendencia.
Como históricamente fue su costumbre, la Iglesia no dejó pasar esta fiesta sin meter baza: siguiendo las indicaciones de Pablo sobre la conveniencia de adosar las celebraciones cristianas a la paganas para que, poco a poco, la gente las aceptara, introdujo el Día de San Valentín y el concepto del amor.
Lo fijó para el 14 de febrero, adosado a la lupercalia del 15, y con tan buena suerte que ya nadie recuerda a Lupercus ni a los malditos azotes dados en su nombre. Desde entonces todos le atribuyen a San Valentín el patronazgo sobre los enamorados.
En la Argentina, la festividad es más una novedad que una tradición, y si se quiere, también una curiosidad, pero poco a poco va acuñándose: sin ir más lejos, hoy en el centro Cultural Plaza Defensa de San Telmo y en el marco de los festejos a San Valentín, se le rendirá un homenaje a José Narosky, quien en sus diez libros de aforismos, dedicó la mayor parte de ellos al amor.
El evento tendrá lugar a las 19.30 y forma parte del ciclo multidisciplinario "Hay que besarse más", organizado por el Gobierno de la ciudad de Buenos Aires.
   
    ® Copyright Río Negro Online - All rights reserved    
     
Tapa || Economía | Políticas | Regionales | Sociedad | Deportes | Cultura || Todos los títulos | Breves ||
Ediciones anteriores | Editorial | Artículos | Cartas de lectores || El tiempo | Clasificados | Turismo | Mapa del sitio
Escríbanos || Patagonia Jurásica | Cocina | Guía del ocio | Informática | El Económico | Educación