Lunes 10 de febrero de 2003

 

El Tren Patagónico, otro boom de la temporada

 

Gran demanda registró el servicio que une Viedma con Bariloche.

 
Desde fines de diciembre Sefepa tiene tres servicios semanales entre Bariloche y Viedma, que transportan en conjunto casi 3.000 personas.
SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- El notable aumento de demanda registrado por el servicio ferroviario que une Viedma con Bariloche es una de las sorpresas de este verano, que está marcando una inflexión positiva para toda la actividad turística en la región.
El alto costo del combustible y el mal estado de los caminos (en especial la ruta 23) se sumaron al siempre vigente atractivo que despiertan los trenes y muchos asocian con los sueños de país grande e industrializado de los 40 y 50 para contribuir a llenar los vagones de Sefepa.
En la comparación interanual que realiza la secretaría provincial de Turismo con las cifras de visitantes arribados a Bariloche, el tren es el medio de transporte de mayor crecimiento proporcional en los últimos cinco años.
En enero pasado ingresaron a través de la antigua y remodelada estación ferroviaria 4.827 pasajeros, mientras que en 2002 lo habían hecho 2.371. También creció llamativamente la participación del tren en el total.
En enero de 1999 sólo habían elegido ese medio de transporte el 2,47 por ciento de todos los turistas llegados a la ciudad. Y desde entonces viene creciendo año a año, hasta superar el 7,5 por ciento en la medición de enero último.
Ayer la formación denominada "crucero patagónico", que la empresa provincial ofrece sólo en temporada alta, llegó puntualmente a las 10.40.
Entre los pasajeros estaban Sergio Baleztena y su mujer Graciela, del barrio porteño de Belgrano. Mientras esperaban la descarga de su automóvil, que los acompañó desde Viedma, destacaron la calidad del servicio y la atención "espectacular" del personal.
Baletzena contó que le interesa muy especialmente el funcionamiento del ferrocarril y antes de la partida pudo conversar largamente con el personal y subir a la locomotora. Consideró que lo que está haciendo Sefepa "es muy meritorio" teniendo en cuenta "la precariedad de medios".
Graciela cuestionó también "la escasa difusión" del tren patagónico en Buenos Aires. Ella se enteró de casualidad por un comentario escuchado de madrugada en una radio, pero cree que mucha gente aprovecharía la oferta "si tuviera más publicidad".
El jefe de la estación local, Carlos Cañiú, reconoció que este año la demanda fue muy importante y la mayoría de los trenes están saliendo completos, con casi 600 pasajeros. Pero aunque se lo propusieran no podrían aumentar la oferta por falta de material rodante en condiciones.
En las encuestas que realiza la propia empresa "son muchísimos los elogios", especialmente a los servicios de comedor y de cine. Mientras que la mayoría de las quejas recaen sobre la clase turista, donde la gente viaja incómoda y sufre el polvo inclemente de la estepa que se cuela por todos lados. Según los empleados, se trata de un problema difícil de resolver por la antigüedad y desgaste de los coches, que tienen medio siglo de uso.
La opción de viajar sobre rieles también es muy utilizada por barilochenses que veranean en Las Grutas. En el servicio de ayer, por ejemplo, llegaba de regreso Marcelo Roacio, quien eligió el tren junto a su familia, porque "no quería manejar" hasta la costa atlántica. Consideró "espectacular" el viaje en el convoy especial, pero a la ida fueron en el tren de línea "y había tanto polvo que no se veía de un asiento al otro".
La misma observación realizó Silvia, una maestra de La Angostura, que se quejó de "la falta de limpieza y de cuidado" en los vagones del tren común. "Boleto pagamos todos y no deberían pasar estas cosas", juzgó.
Otros pasajeros como Isabel Inostroza y Carlos Tierno subrayaron el servicio "seguro y puntual" en el tren crucero. A pesar de las distintas opiniones, todos volverían a elegir el tren, dispuestos a tolerar las molestias por el gusto de disfrutar el suave bamboleo sobre los durmientes, que tiene tanto de aventura y de viaje en el tiempo.

Los precios son una de las tentaciones

Una de las claves para captar el interés de los viajeros es la amplitud de precios ofrecidos.
Los mochileros y las familias de escasos recursos tienen muy al alcance el servicio turista, que permite viajar a San Antonio Oeste por 16,50 pesos y a Viedma por 20 pesos, cuando el transporte en ómnibus cuesta 45 pesos.
Los trenes que incluyen esa categoría salen los lunes y jueves de la capital provincial y regresan los martes y viernes (a las 18) desde Bariloche. El viaje demora unas 14 horas. También es posible sacar boleto en pullman por 51 pesos (40 hasta San Antonio) o por 80 pesos en camarote.
El tren crucero sale los viernes de Viedma y regresa al día siguiente desde la ciudad lacustre. Allí sólo hay pullman y camarote (este último a 96 pesos por persona). El servicio incluye coche-cine, aire acondicionado, calefacción integral y teléfono interno, entre otros detalles.
El crucero saldrá de servicio en unos días más y será repuesto en Semana Santa y en las vacaciones de invierno.
El jefe de la estación local, Carlos Cañiú, explicó que de otra forma sería imposible garantizar el mantenimiento de los coches y la calidad del servicio. (AB)

   
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