Martes 4 de febrero de 2003

 

Acusan a un millonario de corrupción de menores

 

Fue en Bariloche y el detenido es un magnate venezolano de 71 años. Dos prostitutas le habrían entregado niñas por 300 dólares.

 
El juez Gregor Joos y su secretario llegaron hasta la mansión del detenido, quien cumplirá prisión domiciliaria por tener más de 70 años.
SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- La denuncia por la presunta violación de una niña de 7 años dejó al descubierto lo que parece ser una siniestra trama de prostitución y corrupción de menores, que involucraría a un millonario venezolano de 71 años, que ayer quedó confinado con detención domiciliaria por orden del juez Gregor Joos.
La causa se originó el sábado por la noche a raíz de las sospechas del padre de una menor, que se sorprendió al advertir que su hijita de 7 años, que había estado de visita en la casa de unas amigas de la familia, había regresado a su vivienda con ropas nuevas.
Ante preguntas de su progenitor, la niña dijo que había estado "con un señor que la había tocado", y el hombre realizó en forma inmediata la denuncia policial, e identificó a las mujeres sospechosas de haber entregado a la niña, dos prostitutas cuyos apellidos se conocen.
Luego de ser detenidas, y al parecer apremiadas por las evidencias en su contra, las prostitutas habrían reconocido que a cambio de una suma de dinero -que una fuente estimó en 300 dólares por ocasión- favorecían el encuentro entre un potentado extranjero y niñas menores, en adyacencias de un club nocturno ubicado en Anasagasti al 1.100. Poco después, las autoridades establecieron que al menos seis niñas domiciliadas en un barrio humilde al sur de la ruta 258, habrían resultado abusadas por el imputado, pero los familiares de las presuntas víctimas se mostraron agresivos ante la requisitoria periodística y no quisieron responder ninguna pregunta.
Las pericias médicas habrían determinado que la niña cuyo padre hizo la denuncia, no habría sido penetrada pero presentaba lesiones compatibles con tocamientos en sus genitales.
El sospechoso fue identificado como Eduardo Pius Schlageter Boulton, nacido en Venezuela en el seno de una poderosa familia petrolera, que a lo largo de su vida diversificó sus negocios en el ramo de los seguros y las finanzas.
Hace más de 30 años que Schlageter comenzó a visitar Bariloche, pero a principios de 1980 decidió que quería ser vecino de esta ciudad. Se compró unas 3 hectáreas en el kilómetro 17,600 de la avenida Bustillo, cuyo extremo norte concluye en la costa del lago Nahuel Huapi, frente a la Península de San Pedro, donde construyó un importante muelle para amarrar su yate. Para fines de ese año el empresario ya había terminado de construir una mansión de mil metros cuadrados, que se distingue por el nombre de "La Vikinga", en honor a su actual esposa Cristina, y al origen dinamarqués de la mujer.
Hasta hace un tiempo Schlageter sólo pasaba tres meses por año en Bariloche, pero últimamente, casi alejado de los negocios por causa de su precaria salud, divide su tiempo entre esta ciudad, Miami y Venezuela.
La detención del sospechoso quedó decretada ayer a las 19.30 sin que tuviera que abandonar su mansión, dado que el juez Gregor Joos y su secretario, Ricardo Calcagno, se constituyeron en su domicilio, acompañados por una comisión policial de la comisaría 28. La ley establece que los mayores de 70 años pueden cumplir su arresto en su casa.
   
    ® Copyright Río Negro Online - All rights reserved    
     
Tapa || Economía | Políticas | Regionales | Sociedad | Deportes | Cultura || Todos los títulos | Breves ||
Ediciones anteriores | Editorial | Artículos | Cartas de lectores || El tiempo | Clasificados | Turismo | Mapa del sitio
Escríbanos || Patagonia Jurásica | Cocina | Guía del ocio | Informática | El Económico | Educación