Lunes 3 de febrero de 2003

 

Se enganchan hasta aquellos que dicen que no leen

 

Leer con placer, ésa es la consigna de las campañas que se han implementado en Allen.

  ALLEN (AA).- Agustín tiene 10 años y junto a su grupo de amiguitos, juran y perjuran que no les gusta leer y no quieren saber nada "de todo eso, hasta que no estemos en el cole". "No hay nada más aburrido que agarrar un libro", dice el gurrumín y asiente con la cabeza. Sin embargo, no tarda en admitir: "lo único que nos gusta son las revistas de cómic, y cuando las conseguimos las pasamos. Ah... y a Marcos le gusta hacer esos crucigramas. Pero no es lo mismo", agrega.
Sin embargo, para los fines prácticos de la lectura, "sí lo es", coinciden maestros, profesores y escritores duchos en la materia, que no cesan en el intento de extender la vida de los libros, en manos de los más pequeños.
Leer por placer, de eso se trata, más allá del formato y el soporte en el que viaje y se refugie la letra escrita: historietas, las guías de televisión, las instrucciones que aparecen en las pantallas de los videojuegos y las computadoras...
Y ahora más que nunca, con el descanso escolar de la época veraniega y las vacaciones, parece ser el momento ideal para tratar de atraer a los más chicos a la lectura y amigarlos con los cuentos y las historias que proponen los libros. Con textos ágiles y divertidos e ilustrativos, revistas de juegos, en fin, lecturas que les brinden placer. Sólo eso, el placer de leer.
El camino tiene un inicio y hay que recorrerlo desde los hogares. Muchas veces se piensa que este desafío lo tienen que adoptar sólo las escuelas, pero el "hábito" debe ser incentivado desde la misma familia, recalcan expertos en la materia. "Los hábitos uno los va adquiriendo culturalmente y desde la familia. Si el adulto no lee, entonces es mucho más posible que el chico tampoco lo haga", opinó una docente universitaria.
"La lectura es fundamental para el desarrollo mental y la formación de los niños. Por eso es bueno acostumbrarlos a que lean, y para eso hay que motivarlos con temas de actualidad o lo que a ellos les guste, y no necesaria o únicamente a través de un libro", expresó la docente y directora de la escuela allense "Tiempo de Crecer", Marisa Tarifa.
Y en este rumbo hay mucho por hacer, mayormente por parte de los padres, para incentivar a los niños en esta materia. No es una tarea muy fácil, pero tampoco imposible.(Ver aparte)
De hecho, valiosas experiencias dan muestra de ello. En la Escuela 222 de Allen un proyecto que nació en un aula de 4ยบ grado, marcha sobre ruedas desde hace diez años y sigue tan vigente como el primer día.
Se trata de "Piedra libre a la lectura", una iniciativa destinada a "leer por placer" que surgió para niños de entre 9 y 10 años y ahora se extendió al resto del establecimiento.
Nada se impone ni es obligatorio, "no tienen que sacar verbos ni sustantivos" -se aclara-, los chicos leen cuando quieren, lo que quieren y como quieren. Dan vuelta los libros de arriba para abajo, hojean las primeras hojas o las últimas, los intercambian y aprenden.
Así, ya surgió un "Círculo de Lectores", una sala especial de lectura dentro del colegio, y se erigió una gorda biblioteca de libre acceso dentro de la escuela.
La experiencia "es exitosa", se resaltó, y sólo se basa en "ofrecer una multiplicidad de materiales para leer, pero sin obligar a nadie. Porque nos dimos cuenta que cuando deja de ser obligatoria, la lectura empieza a gustar e incluso se lee más", sintetizó Gabriela Gasparini, la profesora de Enseñanza Primaria que impulsó la propuesta.
Incluso, tres mil pesos recibió el año pasado esta escuela allense por parte de una fundación que premió su labor en un concurso, y toda la plata fue a parar a la compra de nuevos libros. Didácticos, educativos y que fundamentalmente promueven el gusto por la lectura.

Algunas tácticas

ALLEN (AA).- Múltiples y variadas son las propuestas e ideas que pueden tener en cuenta los padres que se interesen por promover y fomentar la lectura en su núcleo familiar, y más precisamente en los chicos. En todo esto, es sabido que no existen fórmulas mágicas, pero algunas posibles "tácticas" pueden ser útiles y dar resultados, según mencionaron las docentes:
* Realizar visitas a librerías o bibliotecas: no cerrar las posibilidades de que el chico pueda explorar, elegir, revolver. "Implica generar otras expectativas en el chico, pueden descubrir cosas fabulosas para ellos. Si les gusta los deportes, acercarles libros sobre deportes, por ejemplo".
* Saber aprovechar la curiosidad natural de los chicos por ciertos temas. Relacionar textos con la actualidad, acercar materiales sobre juegos donde tienen que leer e interpretar las consignas y estrategias.
* No caer en la rutina: se puede leer en el patio, en una plaza o donde se sienta cómodo, pero fundamentalmente cuando tenga ganas.
* Instarlo a que pueda formar su biblioteca, con los textos que les interesen. "Armar su propio rincón dentro de la casa".
* Participar de ferias de libros, campañas de libros usados para intercambiar textos, revistas.
* Los padres pueden lanzar la propuesta: "qué tal si leemos algo, leés un renglón vos y uno yo, o si es un libro de poesía, una poesía cada uno". "La idea es que llegue a ser algo natural, como decimos vamos a tomar un helado, proponer vamos a leer algo y que el niño lo haga gustoso".
* Instarlos a que comente qué está leyendo, qué le interesa, porque "también es una forma de valorarlos sobre algo que están haciendo". "No se trata de leer mejor o más rápido, sino que interprete y piense sobre lo que lee".

Con la ayuda de los títeres

ALLEN (AA).- Recrear escenas, improvisar juegos corporales y expresivos, y apelar a todas las técnicas y bondades que ofrece el teatro o la magia de los títeres pueden llegar a ser otros métodos -válidos y divertidos- de abordar la lectura de textos y llegar a chicos y adolescentes con la literatura.
Al menos algunas de estas técnicas son las que utiliza el escritor independiente Juan Carlos Cárdenas para atrapar la atención de sus potenciales lectores en los colegios de nivel medio.
"Personificar los cuentos, jugar y recrear escenas son cosas que llevan a la lectura y permite que se enganchen hasta aquellos que dicen que no leen o que no les gusta leer", dice Juan Carlos.
El joven ya editó cuatro libros por su propia cuenta y en forma artesanal y ha recorrido más de 80 escuelas de Río Negro y Neuquén realizando la presentación de sus obras mediante verdaderas puestas en escena. Su labor fue reconocida en los ámbitos educativos de Río Negro y Neuquén y ahora se alista para brindar talleres literarios.
"Nosotros a veces cerramos las jornadas de clase con obras de teatro y a los chicos les encanta, cada uno lee y se aprende su parte, la interpreta", comenta, en el mismo sentido, la docente de la Escuela 222.
Las estrategias pueden ser variadas y los lugares diferentes a la hora de orientar los intereses hacia la lectura, pero todos los esfuerzos son válidos.
El "Círculo de Lectores" del establecimiento primario local, nació de a poco, a medida que los chicos fueron encontrando -de la mano de sus maestros- aquellos materiales y libros más próximos a sus gustos personales.
"Los chicos empezaban a leer, después comentaban los temas con sus amigos y se los cambiaban", cuenta Gabriela Gasparini, pero "también nos llevamos muchas sorpresas, los libros iban a la casa con los chicos y también llegaban a los padres".
Luego de la creación de la sala de lectura, abierta y libre, ahora se pretende impulsar una segunda etapa de la propuesta "más ligada a la escritura", dice la profesora, "para que ellos mismos creen textos, aunque lo trabajamos en el aula. Con esto buscamos `escribir por placer"".

Extranjeros benefician y entusiasman a los libreros

En el primer mes de las vacaciones de este año, los libros de ficción, entre ellos "El hombre duplicado" del portugués José Saramago y la tercera parte de "El señor de los Anillos: el retorno del rey", de J.R.R. Tolkien, estuvieron entre los más elegidos por el público mientras que la gran afluencia de turistas extranjeros cambió el ánimo de los libreros porteños, que ahora esperan con grandes expectativas el nuevo año editorial.
Aunque todavía los números finales no están disponibles, todas las librerías consultadas coincidieron de señalar que durante enero la venta de libros se vio incrementada con respecto a años anteriores por el gran número de turistas extranjeros que visitó Buenos Aires.
"Hay mucha cantidad de turistas, la mayoría de ellos son de países latinoamericanos como Chile, Venezuela y Colombia , y durante los últimos días de enero se vieron más mexicanos, norteamericanos, ingleses y alemanes", comentó Fredy Paul Aballay, encargado de la sucursal Recoleta de Cúspides Libros.
"En esa zona se nota que la gente está de paseo. Viene y se pasa horas observando libros y preguntando. Los libros de ficción son los más requeridos, aunque también solicitan otros como "Argentinos" de Jorge Lanata o "Crítica de las ideas políticas argentinas", de Juan José Sebrelli", agregó.
Los libreros consultados afirmaron que "siempre fueron importantes para este mercado los turistas extranjeros, pero más que nunca lo son ahora, que el argentino está tan ajustado con el dinero".

   
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