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Viernes 28 de febrero de 2003 | ||
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Icare hizo un balance que causó malestar en ediles |
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El intendente de Bariloche abrió ayer las sesiones del Concejo Municipal con un pormenorizado recuento de los primeros diez meses de su gestión, sin mencionar el apoyo del Concejo. Ante esta omisión los concejales mostraron su fastidio. El jefe comunal aseguró que la deuda bancaria fue reducida en más de 700.000 pesos. Di Biase ponderó los logros de la transición. |
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En el marco del ordenamiento administrativo contable alcanzado durante sus primeros diez meses de gobierno -cristalizado con la presentación en término del presupuesto municipal- el jefe comunal anunció que antes de fin de año remitirá al Concejo los balances pendientes desde 1997. Antes de reseñar las acciones desplegadas junto a su gabinete, Icare reclamó "madurez política" a sus interlocutores instándolos a "posponer intereses individuales y a promover las respuestas que la comunidad nos requiere". "Cuando nos hicimos cargo del gobierno, la deuda bancaria de la Municipalidad, incluyendo la operatoria de los BEM, era de 3.768.000 pesos; al 31 de diciembre de 2002 la redujimos casi medio millón de pesos, quedando en 3.291.000 pesos; al 28 de febrero de este año estará en 3.056.000 pesos", detalló. Icare aseguró que -de acuerdo a las proyecciones realizadas por Hacienda- para fin de año la deuda financiera del municipio se ubicará en 1.180.000 de pesos, alcanzando una "reducción total" de 2.588.000 de pesos en 18 meses de gestión. "Hoy estamos en condiciones de decir que el Municipio de Bariloche tiene, al 30 de diciembre, una deuda pública de 10.778.000 de pesos del ejercicio anterior y una deuda financiera de 3.300.000 de pesos", puntualizó. En el recuento ocupó un lugar especial la regularización de la "abultada deuda salarial" con el personal municipal, "merced a un acuerdo de partes que nos ha permitido poner los sueldos al día". El tema le permitió al intendente ejercer la autocrítica y reconocer como un error la política de reducción de personal y horas de trabajo planteada al inicio de su gestión que desató un feroz enfrentamiento con los trabajadores. Entre las acciones pendientes que aspira a concretar durante su mandato, Icare enumeró la reforma de la ordenanza tarifaria, la aplicación de la tasa de abasto, la determinación precisa de los grandes deudores. También prometió la afectación de parte de la recaudación a la realización de obras públicas y programas sociales y la realización de un plan de "bacheo integral". En materia social el jefe del Ejecutivo se arrogó el censo para la base de datos del SISFAM, la instrumentación del Plan de Territorialidad y la administración de los más de 3.000 planes Jefes y Jefas de Hogar adjudicados a Bariloche por el gobierno nacional. Los logros reseñados en el apretado balance de su gestión fueron observados por la presidente del Concejo, Graciela Di Biase, quien recordó que muchas de esas iniciativas fueron impulsadas durante el gobierno de transición que ella misma desempeñó. La edil enfatizó que "el Concejo Municipal sigue siendo la caja de resonancia y el receptor natural de los reclamos de la comunidad más allá de los intendentes", al tiempo que sostuvo que "fue esa labor la que nos ha valido el desconocimiento y la falta de respeto del Señor Gobernador" Pablo Verani. La postura fue acompañada por el resto de los concejales y profundizada por Walter Arneodo al advertir que "todo lo dicho por Icare, que más se parece al siglo de oro de lo griegos que a la realidad de Bariloche, lo pudo lograr gracias al apoyo unánime del Concejo". Interpelarán a Fourés El Concejo aprobó ayer por mayoría la interpelación al secretario de Gobierno, Adolfo Fourés, tras un debate un reñido que por momentos adquirió ribetes político partidarios propios de tiempos electorales. El proyecto impulsado por el edil peperreísta Claudio Lueiro fue objetado por sus pares de la Alianza, Ricardo Sporturno y Walter Arneodo, que rechazaron la extensión del temario y calificaron de "extrema" la vía de la interpelación para resolver los problemas de diálogo con el Ejecutivo. En contrapartida los concejales de la oposición defendieron la iniciativa recordando el reiterado retaceo de información que sostiene el Ejecutivo tanto del área social como en Hacienda, amparándose en la acefalía de ambas carteras, que se encuentran desde hace meses a cargo de la Secretaría de Gobierno. En la defensa de su proyecto Lueiro ensayó una chicana política para cuestionar la postura de Sporturno -quien finalmente votó a favor- al inferir que "parece que se volvió veranista y está tratando de impedir que interpelemos a un funcionario del actual gobierno". (AB) |
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