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Domingo 16 de febrero de 2003 | ||
Crudo diagnóstico de la salud de los pobladores de la Región Sur |
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La visita de médicos mostró las falencias de la salud pública. Pobreza y postergación dejan a mucha gente sin atención. |
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Los diagnósticos de las denominadas "enfermedades de la pobreza" fueron calificados como "alarmantes" por los médicos que recibieron la consulta de más de 2000 personas de distintas localidades y parajes de la zona. El equipo, conformado por 16 profesionales especializados en cardiología, pediatría, psicología, infectología, otorrinolaringología, odontología, óptica, entre otras, integra la Asociación Cristiana Argentina de Profesionales de la Salud (A.C.A.P.S.) y pertenece a la Comunidad de la Iglesia Evangélica "Buenas Nuevas" y la Fundación homónima. Los médicos llegaron luego de un convenio con Salud Pública, promovido por las autoridades locales y, sin querer, desnudaron las falencias de un Estado ausente en materia de Salud, entre otras tantas cosas, que pone en serio riesgo la integridad de muchas personas que viven en condiciones de vida desiguales respecto a otros rionegrinos. "Nos hemos encontrado con patologías alarmantes producto de no haberse detectado y tratado a tiempo", sostuvo la oftalmóloga Alicia Puente. A priori, el diagnóstico realizado en la mayoría de los pacientes atendidos -de condición más humilde y de la zona rural- surge de la conjugación de una serie de necesidades, costumbres, alimentación, etc. Pero sobre todo de la marginación y la falta de oportunidades. Por eso desde las primeras horas de la madrugada, la gente se agolpaba en las inmediaciones del hospital local y la escuela 49 para obtener un turno con los especialistas. Según los registros, entre los 16 profesionales atendieron a más de 2000 personas. Oftalmología, pediatría y ginecología fueron las especialidades que mayor demanda tuvieron con más de 400, 300 y 200 pacientes, respectivamente. El gran interés de los pobladores obedeció a la falta de recursos y de atención médica especializada en la zona. "Para muchos de nosotros es una posibilidad única de poder consultar a un especialista porque en la región no hay y viajar a Roca, Bariloche o Viedma es muy costoso", señaló la mayoría de los pobladores que se hicieron atender. Es que el hospital local brinda una atención muy limitada. Sólo cuenta con dos médicos generalistas y carece de instrumental de alta tecnología. A esto se le suma que, a excepción de los empleados públicos, funcionarios y los grandes ganaderos, la mayoría de los pobladores no cuenta con obra social porque no tiene recursos para poder pagarla, ni un empleo que se la otorgue. Entonces las posibilidades de poder viajar a las grandes ciudades son prácticamente nulas. En consecuencia, muchas enfermedades se desarrollan con más rapidez porque no son tratadas a tiempo. Por "ética profesional" los médicos no quisieron dar demasiadas precisiones sobre las enfermedades más comunes detectadas en los pacientes. Pero admitieron la presencia de miopías y astigmatismos severos en niños y adultos y glaucomas -presión ocular-, vulvitis, dermatitis, caries y algo que llamó la atención fue la baja estatura de las personas. Se sospecha que podría estar relacionado con el agua que beben (ver recuadro). El pastor Alfonso Garcés, vocero de la Fundación Buenas Nuevas, manifestó sentirse "sorprendido" por la convocatoria de los profesionales al señalar que "superó ampliamente las expectativas". El religioso agregó que comparada con otras zonas del país se observaron grandes carencias de cosas básicas, sobre todo para la atención de los niños. "Este equipo ha recorrido distintas partes del país atendiendo a gente muy pobre y de lugares muy marginados, con la zona de los indios tobas o hiuchis, etc., pero se quedó sorprendido por las patologías de aquí. Males que pueden prevenirse si son tratados a tiempo". Por su lado los pobladores agradecieron la visita de los médicos y la calificaron como muy positiva y necesaria. "Nos atendieron muy bien y además de hacernos los estudios, nos dieron los medicamentos, lentes, prótesis, etc. Para muchos de nosotros es muy importante", señaló Mónica, de 27 años, quien se realizó un examen ginecológico de rutina. Las innumerables muestras de agradecimiento de los pobladores y el pedido para que vuelvan se extendió en una gran caravana de despedida realizada durante varios kilómetros por la ruta provincial 8. José Mellado |
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