Temporada récord en Playas Doradas

En lo que va del verano ingresaron al balneario más de 23.000 turistas. Esperan que los visitantes
sigan arribando en marzo.

Durante enero Playas Doradas tuvo una ocupación del 100%.

SIERRA GRANDE (Especial).- Con un nuevo recambio turístico en puerta, se puede afirmar que esta es una temporada récord en el ingreso de visitantes a Playas Doradas. Hasta el momento ya arribaron mas de 23.000 turistas y hay firmes expectativas en que el turismo permanecerá hasta bien entrado marzo.
En el acceso a la ruta provincial 5 que conduce a Playas Doradas, la Secretaría de Turismo puso en marcha una oficina donde diariamente, desde las 8 de la mañana y hasta las 20, se registra el ingreso de todo vehículo que transita por allí y que lleva turistas.
Durante las fiestas de fin de año ingresaron 2.284 personas, en la primera quincena de enero lo hicieron 8.728 personas, en la segunda 8.505 y en lo que va de febrero mas de 3.500 personas. Se espera que este fin de semana la villa balnearia sobrepase su capacidad teniendo en cuenta la realización de la 2ª Fiesta Provincial de Playas Doradas, donde ya hay muchas reservas.
Desde esa oficina precisamente provienen los datos difundidos por la cartera turística que conduce Daniel Paye, quien confirmó que se trata de una cifra récord de visitantes a la villa balnearia.

Aún falta un análisis más detallado

Todavía falta que desde la Secretaría de Turismo municipal se realice un estudio de la demanda real en las distintas modalidades de alojamiento que hay en Playas Doradas, para determinar cuántos turistas pasaron la noche en el balneario, por cuantos días, lugar de procedencia y el gasto promedio por persona.
Hasta el momento, en lo que va de febrero, las proyecciones se vienen cumpliendo, aunque se percibe una notable baja en la demanda en comparación con enero, donde las plazas se mantuvieron en un 100% desde la primera semana del año.
De todas maneras las cifras aportadas dan cuenta de que se trata de una temporada récord en visitantes, tanto de aquellos que planificaron sus vacaciones para pasarla en Playas Doradas, como de otros que ingresaron a conocer el balneario por la publicidad difundida por el boca a boca, sin contar a los que no consiguieron alojamiento.

El personaje: Carlos Olmedo, un docente con empuje

Don Carlos Olmedo abraza la profesión de docente desde muy joven. Llegó a la zona en 1959 proveniente Villa Dolores, Córdoba, por recomendación de su hermano Rafael. Recién había salido del servicio militar y llegaba con su título de maestro bajo el brazo con un destino específico: Arroyo Los Berros.
Dedicó muchos años de su vida a mejorar la precaria escuela rural Nº 75 de ese pequeño paraje, donde forjó un estrecho vínculo con la comunidad. Fueron años duros pero los recuerda con mucha nostalgia.
Cada día se sentía mas comprometido con el lugar y años mas tarde lo nombraron director del establecimiento, responsabilidad que supo manejar con la integración misma de la población. Recuerda que entre todos "logramos conseguir el agua y la electricidad, y hasta un médico estable en Los Berros".
Luego se trasladó hasta Sierra Grande. En ese momento la localidad crecía a grandes pasos por la "fiebre" del hierro. Dio clases en la escuela primaria Nº 62, pero era tan grande la matrícula que se solicitó al gobierno una nueva escuela, la propuesta fue aceptada y Olmedo se hizo cargo de la flamante escuela 60.
Olmedo dice no estar arrepentido en haber venido a la Patagonia tan joven y que al contrario está agradecido a la vida "amo esto y no dejo de soñar con esto" acotó.

Desgracia con suerte

Cuando las cañerías subterráneas tienen pérdidas pueden ocurrir hechos imprevistos, como el que sufrió en este caso un camionero que imprevistamente estacionó en la calle 113 del Barrio Industrial, en una arteria de ripio. El peso del vehículo hizo ceder el terreno en una zona debilitada y medio camión cayó en una oquedad producida por la erosión subterránea generada por la rotura de un caño de agua. Los vecinos reclaman que quien corresponda se haga cargo del arreglo de las cañerías, ya que
esta vez fue una desgracia con suerte.