Miércoles 5 de febrero de 2003

 

Caso grave desnudó carencias en Playas Doradas

 

La ambulancia se rompió cuando fueron a buscar a un joven epiléptico. Debieron trasladarlo en la camioneta de un particular. El hecho dejó al descubierto la falta de un médico permanente.

  SIERRA GRANDE (Especial).- Un joven epiléptico se debate entre la vida y la muerte en la ciudad de Viedma, tras haber sufrido un ataque mientras se estaba bañando en el mar.
En estado crítico fue trasladado hasta Sierra Grande en la caja de una camioneta de un constructor, porque la ambulancia del hospital sufrió un desperfecto mecánico al llegar a Playas Doradas.
Horas de extrema tensión se vivieron en este balneario el lunes por la tarde cuando los guardavidas advirtieron que había una persona con un ataque de epilepsia en el agua.
Se trata de Edgardo Paschetta, un joven de 25 años, oriundo de Sierra Grande de quien muchos en la localidad saben de su enfermedad.
Según comentaron algunos testigos ocasionales, Paschetta estaba en compañía de su pareja cuando sufrió la convulsión y no estaba inmerso a gran profundidad, "el agua le llegaba acá", comentó Silvana, una testigo, indicando su rodilla, pero fue suficiente para que en el estado en que se encontraba tragara una considerable cantidad de agua.
Instantes después, acudió al lugar el profesor y experimentado buzo profesional, Carlos Zapata, quien junto a los guardavidas procedió de inmediato a realizar las tareas de reanimación cardiopulmonar.
Fue una verdadera lucha contra la muerte porque el joven, además de tener los síntomas propios de la convulsión había tragado mucha agua.
Mientras tanto, el guardavida fue en busca del único enfermero que hay en Playas Doradas y un vehículo para el traslado.
Los guardavidas y Zapata continuaban con la reanimación y todo parecía complicarse, pero siguieron sin parar, hasta que comenzaron a sacarle el agua que el joven había tragado.
El escaso, casi nulo pulso, las pupilas dilatadas del joven, hacían prever que podría pasar lo peor.
Muy cerca de allí había una enfermera que ayudó en esa tarea y por cosas del destino también estaba en la villa un médico que colaboró para salvarle la vida al muchacho, junto al enfermero del balneario.
Este infortunado episodio vuelve a sacar a la luz las carencias que tiene el hospital de Sierra Grande, su ya deteriorado parque automotor y en la falta de un médico permanente en la sala de primeros auxilios del balneario.
Paschetta estaba inconsciente en la sala de primeros auxilios y se esperaba el arribo de la ambulancia, pero cuanto esta llegó sufrió un desperfecto y tuvieron que acondicionar una camioneta con camilla y oxígeno para trasladar al muchacho hasta sierra grande.
El director del hospital, Luis Ledesma, confirmó el episodio y dijo que la "ambulancia había tenido un desperfecto yendo al campo por la mañana y este problema eléctrico hizo que por la tarde se repitieran a la hora de buscar al paciente, pero de todos modos hubo un particular que lo traslado de forma inmediata".
Al ingresar al hospital el joven presentaba un cuadro de asfixia por inmersión, pero por su grave estado fue derivado en una ambulancia contratada al hospital de Viedma.
Ayer continuaba en grave estado y asistido por un respirador con oxígeno.
   
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