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ROCA (AR).- En Argentina hay mil y una pruebas sobre los artilugios
de ciertos contribuyentes para no pagar o abaratar el monto de sus compromisos
tributarios con el Estado. Sin embargo, hasta el momento sólo se han
visto productos de la imaginación de los vecinos, porque sería utópico
pensar en beneficios creados desde el propio polo recaudador. Pues no.
En el municipio de Roca nadie parece haber escuchado las advertencias
luego de la sanción de la ordenanza 3.518 y hoy es irrefutable la evidencia
sobre los perjuicios que el proyecto de la Alianza generó a las arcas
de la comuna.
Ocurre que al permitir el pago de tasas con créditos del trueque bajo
la paridad "uno a uno" no fueron pocos los que se encontraron ante la
inmejorable oferta para licuar sus deudas. De otra manera no se entendería
por qué apenas en dos meses se cancelaron 51.278 pesos a través de este
mecanismo, con "prosumidores" que hasta llegaron a achicar en más de
2.000 pesos su pasivo. La conclusión es obvia: si tienen 2.000 pesos
para pagar los servicios retributivos, ¿qué hacen en un club de trueque?
Defendido a ultranza por su autora, Celia Graffigna, y por sus compañeros
de la bancada oficialista el 25 de junio de 2002, el proyecto -convertido
en ordenanza esa noche- choca hoy contra las estadísticas de la Dirección
de Contabilidad y Finanzas. La posibilidad de pagar tasas retributivas
con créditos del trueque quedó finalmente abierta el 21 de octubre de
2002, cuando la norma fue reglamentada a través de la resolución 1.651/02.
Desde esa fecha hasta fines de diciembre pasado, 279 pagos se concretaron
y los registros muestran datos que alarman en diferentes sentidos.
Primero, una veintena de cancelaciones supera los 500 créditos, es decir
los 500 pesos si se recuerda que en el artículo séptimo de la ordenanza
se fijó el uno a uno para el reconocimiento de la unidad monetaria manejada
por los seis clubes que hay en la ciudad.
Para graficar la poco creíble situación alcanza con decir que una casa
modesta, como las habitadas por la gran mayoría de los que trocan bienes
y servicios, puede pagar a lo sumo 20 pesos mensuales por la tasa retributiva.
Entonces se estaría hablando de 25 cuotas (o dos años y un mes) canceladas
de una sola vez por alguien que supuestamente debió recurrir al canje
de artículos y comestibles para seguir subsistiendo.
Cabe recordar que el origen del perjuicio a las finanzas públicas está
dado porque los ediles que votaron a favor de la iniciativa no tuvieron
en cuenta la devaluación y su posterior incidencia en la inflación sobre
el precio de comestibles y otros bienes. Tampoco que en las reuniones
de trueque no se manejan los mismos parámetros que en el resto de los
comercios de una ciudad.
De esta manera -inflación mediante- se podía comprar un litro de leche
en un supermercado a 1,30 pesos, llevarlo a un club de trueque y obtener
por él 8 créditos, para después presentarse en las ventanillas del municipio
y cancelar tasas por 8 pesos.
La brecha entre lo ilegal y la norma aprobada en Roca es casi indivisible.
Tal es así que, de apuro y ante la presencia de un trastorno peor, la
comuna suspendió en enero la recepción de los créditos para el pago
de tasas por servicios retributivos. Así lo expresa un cartel colocado
en la entrada del edificio municipal.
Por otra parte, las sospechas se posan ahora sobre los responsables
de cada club de trueque roquense y en esto seguramente se escucharán
de aquí en adelante responsabilidades deslindadas y justificaciones
varias por parte de justos y pecadores. Ocurre que eran ellos los encargados
-según la ordenanza- de autorizar a quienes luego se presentarían a
pagar tasas con créditos, dando fe sobre su participación cotidiana
en las reuniones.
De existir una resolución seria al conflicto creado dentro de la comuna,
se los debería consultar qué nivel de operaciones se realizan como para
que alguien reúna 2.100 créditos (tal cual está registrada como la cancelación
más importante concretada).
También se les podría preguntar cómo hacen para funcionar normalmente
si del circuito desaparecieron en dos meses 51.278 créditos. Esto porque
hasta el momento el municipio no cumplió con el artículo de la norma
que establece la reinserción de los créditos en los clubes a partir
de la asistencia social a carenciados que participan de los encuentros.
La posibilidad es que hayan llegado a Roca créditos adquiridos en otras
ciudades. Peor aún para la imagen de los responsables de los clubes.
Hugo Alonso
Gorsky: "Mi postura no estaba
errada"
Desde que el proyecto comenzó a debatirse
en el seno del Concejo Deliberante roquense, el edil justicialista Alejandro
Gorsky sentó postura y fundamentó por qué no podía aprobarse lo que
finalmente impuso por mayoría la bancada oficialista.
El presidente del bloque del PJ explicó una y otra vez durante la sesión
del 25 de junio pasado que, más que una ayuda a los prosumidores, lo
que se estaba haciendo era desvirtuar el sentido solidario de los clubes.
Gorsky fue quien reclamó durante los primeros días de este año las estadísticas
sobre la recaudación en créditos que logró el municipio y quien -luego
de insistir ante la negativa del Ejecutivo- se llevó la ingrata sorpresa
de encontrar pagos de 2.100, 1.620, 1.310, 1.200, 500 y 400 créditos,
convertidos en pesos gracias a la ordenanza 3.518.
En consecuencia, refrescó su pensamiento, "por el que muchos primero
me tildaron de estar en contra de los carenciados que asisten al trueque
pero que ahora se demuestra que tan errado no estaba".
Tal cual lo expresa el diario de sesiones del cuerpo legislativo roquense,
durante esa reunión Gorsky advirtió que "el crédito tiene sentido para
saber cuánto es lo que se está trocando y se da como elemento para cambiar
una cosa por otra. No le demos valor de circulación, porque con ese
mismo criterio mañana vamos a pretender abrir una cuenta corriente.
No es éste el sentido de los créditos".
"Que sea "uno a uno" y no "medio a uno o dos" va a depende de con cuánto
se pueda comprar un bien ese día en el club de trueque, entonces es
un medio cambiante", agregó el edil justicialista para justificar la
oposición a que se acepten con paridad a un peso para cancelar tasas.
(AR) |