Martes 25 de febrero de 2003
 

Primero "cobró" Matzkin y ahora protesta Toma

 

Kirchner se fue tomando revancha de aquellos a los que acusó de boicotear su postulación nacional.

  BUENOS AIRES (ABA).- La salida de Daniel Scioli de la candidatura a la jefatura de Gobierno porteña para acompañar a Néstor Kirchner en las presidenciales despertó la ira del titular de la SIDE y flamante jefe del PJ capitalino, Miguel Angel Toma. Y sería ni más ni menos que el segundo coletazo de la purga que el sureño le reclamó al presidente Duhalde para con aquellos funcionarios que "boicotean" su postulación nacional al difundir sondeos adversos a su figura.
El antecedente directo de estos episodios es el enfrentamiento que semanas atrás protagonizaron el santacruceño, el ministro de Interior, Jorge Matzkin, y el jefe de los espías en torno de la divulgación de encuestas que posicionaban a Kirchner con un escaso índice de intención de voto. Luego de una serie de acusaciones cruzadas que buscaron ser minimizadas en el Gobierno, Kirchner había manifestado su desencanto con los dos funcionarios del gabinete duhaldista y reclamó al presidente una defensa de su campaña contra quienes no estaban dispuesto a apoyarlo.
El resultado fue instantáneo. La primera cabeza que rodó fue la del segundo de Matzkin, el secretario de Relación con las Provincias y archienemigo de pago chico de "K", Arturo Puricelli. A partir de esto, las cosas con Matzkin se aclararon en las huestes del sureño. Allegados a él afirmaron que luego de la mediación de Duhalde, "Matzkin está ahora trabajando en la campaña y hablando con los gobernadores para que apoyen a Néstor".
Pruebas de esto no faltaron. El propio mandatario de Santa Fe, Carlos Reutemann, se quejó de estar siendo "apretado" para apoyar a ciertos candidatos. Ahora, entonces, parece haberle llegado el turno de pagar a Toma. Y todo indica que lo está haciendo del peor modo: retrocediendo en todo el avance que había alcanzado la línea peronista que logró forjar en capital, distrito reacio a la fuerza. Cerca de Toma no disimulan la bronca contra Scioli. Y presagiaban un mal desempeño como candidato a la vicepresidencia. "No resiste un archivo. Tiene un pasado que no puede ocultar... le va a costar mucho", dijeron las fuentes. "Kirchner necesita el voto de las clases bajas, que es el núcleo que capitaliza Menem. Con Scioli, apunta a la clase media, que ya la tiene con él", afirmaron. "Había una cosa armada. Con Scioli como candidato a la jefatura de Gobierno se tenía cierta ventaja, tiene buena imagen. Ahora habrá que salir a buscar un candidato para este puesto... quizás Lavagna", completaron.
Fuentes cercanas a Kirchner comentaban por lo bajo que en los próximos días los porteños podrían ver empapelada la capital con afiches que llevaran la inscripción "Scioli traidor". Y no descartaban mayores sorpresas mediáticas.
   
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