El G7 instó a la Argentina a renegociar su deuda privada

La misma se eleva a 55.000 millones
de dólares.Argentina pedirá quitas, menores tasas y plazos.

Miembros del G7 quiere que en breve la Argentina se siente a negociar con los acreedores.

El Grupo de los Siete países más industrializados del mundo (G7), se manifestó ayer esperanzado de que Argentina se siente a negociar con los acreedores privados una reestructuración de su deuda externa, luego de haber alcanzado el acuerdo con el FMI en enero pasado.
Los ministros de Finanzas y los Gobernadores de los Bancos Centrales de los países miembros del G7, que integran Alemania, Gran Bretaña, Francia, Italia, Canadá, Estados Unidos y Japón; incluyeron una mención a la situación argentina en el comunicado que se dio a conocer luego del encuentro que compartieron en París.
Además, los miembros del G7 aseguraron en la declaración final que están listos "para responder de forma adecuada" a otro debilitamiento de su economía por cuestiones geopolíticas como una guerra en Irak.
El G7 fue el principal soporte político que consiguió el gobierno del presidente Eduardo Duhalde para impulsar un acuerdo con el Fondo Monetario, luego de un año de intensas y conflictivas negociaciones, que llegó a su fin gracias a la presión de los miembros del Grupo de los 7 ante el Directorio del organismo multilateral.
Ahora, los ministros de Finanzas del G7 reclamaron a la Argentina que se siente a la mesa de las negociaciones con los acreedores internacionales, luego de que esta semana el Ministerio de Economía designara al banco Francés Lazard Frères como asesor financiero y de que el ministro Roberto Lavagna anticipara ayer que el país estará en condiciones de hacer una oferta dentro de seis meses.
"Ahora que Argentina cumple sus compromisos con el FMI, esperamos que las autoridades reanuden los contactos e inicien un diálogo con los acreedores privados", afirma el comunicado final del Grupo de los 7.
De esta manera, los ministros de Finanzas de los países más desarrollados del mundo dejaron en claro que tras el acuerdo con el Fondo, la etapa siguiente es la renegociación deuda con los acreedores privados, que se eleva a 55.000 millones de dólares y entró en default en diciembre del 2001.
El ministro Lavagna señaló ayer que "sobre finales de año se puede entrar en la parte sustantiva de la discusión con los acreedores privados. En el otoño-invierno del hemisferio Norte podemos estar en condiciones de hacer una oferta y recibir respuestas".
El titular del Palacio de Hacienda reveló que tiene pensado viajar a los Estados Unidos para seguir con las negociaciones a principios de marzo y consideró que "Argentina tendrá que manejar la idea de un menú de opciones, y hacer lo mismo que hicimos para adentro, creando opciones voluntarias dentro de las restricciones que la realidad impone: en algunos casos será quita, en otros menor tasa de interés, y en otros alargamiento de los plazos".
"En Europa el grueso son tenedores individuales, en Estados Unidos son institucionales. La demanda que van a hacer, por eso, es distinta", explicó Lavagna. En esa línea, el secretario de Finanzas, Guillermo Nielsen, destacó en un seminario en Berlín en el que compartió cartel con la vicedirectora gerenta del FMI, Anne Krueger, que entre comienzos de marzo y el 5 de mayo, Argentina "dará a conocer un programa de trabajo para cubrir lo más rápidamente posible las distintas geografías en que está colocada la deuda".

"Las petroleras nopueden quejarse"

El ministro de la Producción, Aníbal Fernández, sostuvo ayer que las empresas petroleras "no tienen de qué quejarse" porque tienen "el negocio asegurado", por lo cual desechó que un aumento en las retenciones a las exportaciones de ese sector pueda perjudicarlas.
Fernández precisó que "el gasoil subió 221% y las naftas 189" en el último año, por lo cual remarcó que "nadie complica al negocio del petróleo".
Así, el ministro se puso en sintonía con su par de Economía, Roberto Lavagna, quien el viernes sostuvo que "no hay motivo" para que aumente la nafta, a pesar del incremento en el precio internacional del barril de petróleo crudo, y afirmó que las petroleras "no tienen derecho a patalear".
Por su parte, Fernández reiteró en conferencia de prensa en Casa Rosada que "el Estado se va a parar en los 30 dólares", como valor máximo del crudo, y por encima de ese precio cualquier cotización "será tomada con el 100 % de retenciones".
"Eso permitirá destinar fondos en políticas sociales e impedir que el aumento del crudo se traslade a los valores de las naftas", señaló el ministro.
Por otra parte, Fernández, aseguró que "habrá sanciones" para las empresas concesionarias de ferrocarriles. "Es calamitosa la manera en que algunos de los concesionarios han manejado las concesiones, además de responsabilidades administrativas, puede haber también responsabilidades de tipo penal", advirtió. (DyN)