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Viernes 21 de febrero de 2003 | ||
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Quiroga distribuye besos y abrazos |
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El candidato a intendente desplegó todo su repertorio proselitista vía una larga caminata por uno de los barrios más poblados de Neuquén: Bouquet Roldán. Comió tortas fritas y tomó mate. Se interiorizó de los problemas que aquejan a los vecinos, formuló propuestas y ratificó que ganará las elecciones. |
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Quiroga desplegó el clásico repertorio proselitista, pero le agregó su sello personal. Así, el recorrido por esa barriada neuquina fue un dispendio de besos y abrazos. Aunque también hizo tiempo para escuchar las quejas de los vecinos por alguna obra pública pendiente. "No quiero asfalto, prefiero adoquines", planteó Lidia Maldonado, quien vive desde 1972 en Bouquet Roldán, cuando el candidato golpeó a su puerta. Quiroga quiere repetir un nuevo período al frente de la intendencia neuquina con la misma receta que lo llevó en 1999 al sillón municipal. Ese triunfo privó al MPN, por primera vez en su historia, de controlar la capital provincial, un objetivo fundamental en la continuidad del proyecto político que planifica el gobernador Jorge Sobisch. Por eso Quiroga intensificó el trabajo en los barrios para contrarrestar la ofensiva mediática y el poderoso aparato electoral que detenta el candidato del MPN, Federico Brollo, quien tiene la misión de recuperar la ciudad más importante de la provincia. Quiroga llegó minutos después de las 18 al barrio en una camioneta doble cabina, y de inmediato reunió a la tropa de más de cien seguidores que lo aguardaban con las tradicionales remeras blancas con la leyenda "Pechi Sigue". Luego, dio las instrucciones en pocos minutos y se puso al frente del compacto grupo que avanzó con paso seguro batiendo palmas para llamar la atención. Quiroga -vestido de pantalón vaquero y remera verde- estuvo acompañado por los candidatos a concejales Fabián Pelliza, Marta Buffolo y Marcelo Bermúdez que no le perdieron pisada, mientras los seguidores, en su gran mayoría jóvenes, repartían la folletería de campaña hacia todos lados. La propaganda que emitían los altoparlantes y el inusual movimiento de vehículos y personas despertó la curiosidad de los vecinos que salían a la calle para ver qué pasaba. Allí se encontraban con Quiroga que se presentaba con un beso o un abrazo para romper el hielo. El método dio resultado en numerosas viviendas, cuyos moradores se mostraron interesados por la visita del candidato. Excepto en un domicilio identificado con Brollo, que observaban los pasos del contingente de campaña. Tampoco faltaron aquellas vecinas ultraquiroguistas que entusiasmadas con la visita del postulante a la intendencia ofrecieron a cambio tortas fritas y hasta mate. La escena no pasó desaparecida para el único camarógrafo que acompañaba la comitiva y que grabó cada segundo del encuentro. La caminata continuó con Quiroga a la cabeza quien se cruzaba de una a otra vereda para pregonar sus propuestas y destacar los trabajos de remodelación de la plaza del barrio. Los operadores lo seguían a pocos metros y despejaban el trayecto para facilitar el acceso a cada domicilio. En el búnquer de Quiroga planifican una victoria en las elecciones del próximo 2 de marzo con el acompañamiento de los votantes independientes. Esa franja del electorado es la joya codiciada por todos los anotados. |
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