Hilda de Duhalde descartó ir de vice

La primera dama y coordinadora del área social desechó acompañar a Felipe Solá en la fórmula del PJ para la gobernación bonaerense en los próximos comicios.

No será "Chiche-Solá", pero podría ser "Chiche" sola

BUENOS AIRES (ABA).- Chiche le sacó a Solá el acento. Es decir: la negativa de la esposa de Duhalde para acompañar a Felipe Solá en las elecciones provinciales sería, ni más ni menos, el preludio de su lanzamiento en solitario hacia la gobernación bonaerense.
Inspirada por su supremacía en las encuestas y decidida a tomar las riendas de un distrito que considera naturalmente propio, Chiche se jugaría ahora el todo por el todo a su propio proyecto electoral.
Esta era, al menos, la interpretación que hacía ayer por la tarde uno de los miembros más influyentes del gabinete y hombre de extrema confianza del presidente ante el sangrante panorama provincial desatado por la decisión de la primera dama.
"Esto no es algo que sorprende a nadie... excepto a Felipe, que hasta último momento pensó que tenía el apoyo de todos, pero que de un día para el otro se desayunó con la noticia de que está completamente aislado...como si hubiese estado engañado todos estos días", sostuvo el funcionario horas después de conocida la noticia y mientras recibía llamados de encuestadores y operadores bonaerenses en el teléfono de su despacho.
Justamente, también en estricto off the record, otro ministro había asegurado a "Río Negro" hace apenas siete días que no estaba del todo cerrada la constitución de una fórmula en la que la esposa del presidente secundara a Solá, contradiciendo así todos los anuncios y pronósticos que se lanzaban nada inocentemente desde el propio Gobierno.
"No está todo dicho. Chiche tiene peso propio, y no va a querer secundar a nadie. A lo mejor es Chiche-Solá, o ella por su cuenta...", había asegurado palabras más palabras menos aquel miembro del gabinete en aquella oportunidad.
Ayer, las explicaciones que se barajaban en las altas esferas gubernamentales no dejaban margen a la inocencia. Incluso, el "como si hubiese estado engañado" del funcionario no es porque sí.
La teoría del burro y la zanahoria es la que el hombre del presidente utilizó en este caso para describir lo sucedido con Solá.
Esto significa, básicamente, que al actual gobernador lo habrían hecho caminar hacia delante, seducido con la promesa de contar con Chiche en la fórmula como emblema del apoyo duhaldista, pero engañado a tal punto de que en su afán de alcanzar el sebo siguiera de largo y cayera por el precipicio.
Y también significa que la respuesta de Chiche no era nueva para nadie del entorno, sino que habría sido parte de una estrategia política elucubrada en los despachos oficiales y bajo la atenta mirada de los caciques provinciales.
Los sondeos que descansan en la oficina del ministro son más que elocuentes. En ellos, Chiche es en la provincia la que lidera la intención de voto con el 20%, mientras que Solá tiene 8 puntos menos: 12%. "¿Por qué Chiche va a acompañarlo si ella es la que lleva la cabeza? Chiche va por la gobernación, porque los Duhalde no abandonan la política así nomás", afirmó. En síntesis: no será Chiche-Solá, pero puede ser Chiche sola.
Lucas Colonna