Miércoles 12 de febrero de 2003
 

¡No a la oleada de correos electrónicos!

 

Por Bernhard Warner

  Durante el mes pasado, un mensaje de correo electrónico ha circulado por todo el mundo pidiendo a los que se oponen a una acción militar contra Irak que escriban sus nombres y los lugares donde viven antes de enviar el petitorio a amigos y conocidos. Por cada 600 "firmas" del "Petitorio Internacional por la Paz", los organizadores dicen que enviarán el mensaje en contra de la guerra al Centro de Información de las Naciones Unidas (UNIC por sus siglas en inglés) en Washington.
Mientras la amenaza de la guerra se acerca cada vez más, este tipo de petitorios por correo electrónico es un ejemplo de cómo la Internet se ha convertido en una herramienta para los defensores de la paz que buscan reunir las voces y las opiniones de personas que piensan igual.
Pero usar la Internet para correr la voz tiene sus reveses. Los mensajes electrónicos suelen ser ignorados por los destinatarios. También pueden exponer a los participantes a virus informáticos y a aluviones de publicidad y pedidos no deseados.
El petitorio dirigido a las Naciones Unidas no tendría mucho impacto, debido a que el UNIC, en este tipo de casos, borra los mensajes que llegan sin pensarlo un segundo, dijo un portavoz.
Sin embargo, la facilidad con que se pueden conseguir decenas de miles de correos electrónicos sólo con presionar un botón es el sueño de todo activista.
Los ciberactivistas dicen que han tenido un éxito tremendo utilizando un arsenal de sitios de Internet, correos electrónicos y listas de grupos de discusión en la web para lograr rápidas movilizaciones de personas.
International Answer, una coalición de grupos que se oponen a la guerra (http://www.internationalanswer.org), reconoce la importancia de las comunicaciones vía Internet en la fuerte participación del 18 de enero, cuando se realizaron manifestaciones en 30 países, como Egipto, Rusia, Alemania y Estados Unidos.
Answer (siglas en inglés de Actuar Ahora para Frenar la Guerra y Terminar con el Racismo) se está preparando para una semana de manifestaciones a partir de mañana y juntando direcciones de correo electrónico para mantener informados a los interesados sobre los próximos eventos.
No obstante, los políticos les prestan menos atención a los mensajes de correo electrónico que a las cartas y los llamados telefónicos, según muestran algunos estudios.
Y si la campaña es global, como suele ocurrir en la web, siempre está el desafío adicional de encontrar representantes electos que se muestren receptivos. "Pienso que el principal problema con nuestro petitorio es que, al ser internacional en su dirección y sus firmas, no ha sido enfocado a ningún representante en particular de ningún país", dijo por correo electrónico Sarah Nicholson, una australiana miembro del grupo estadounidense Madres por la Paz.
Su grupo pide a "jefes gubernamentales internacionales" que detengan la participación de Gran Bretaña y Estados Unidos en la guerra en Afganistán, porque "nunca hubo ninguna acción militar que terminara con el terrorismo".
El Centro de Información de las Naciones Unidas sugiere que los críticos que se oponen a la guerra dirijan sus protestas a los representantes adecuados.
"La ONU no está vinculada con solicitar o recolectar petitorios. Sugerimos que, como son los gobiernos miembros que participan en la ONU los que decidirán cualquier acción que ocurra en distintas situaciones, los ciudadanos deberían contactar a sus propios gobiernos", dice un comunicado en el sitio de Internet de la organización (http://www.unicwash.org).
Si se ejecutan mal, los petitorios por correo electrónico también pueden hacer que dejen de funcionar las computadoras de los sitios de Internet que permiten el flujo de los mensajes de correo electrónico, haciendo que los destinatarios nunca reciban los mensajes.
"Es una nueva forma de comunicarse. La etiqueta todavía debe mejorar", dijo Richard Sanders, coordinador de la Coalición para Oponerse al Comercio de Armas (COAT por sus siglas en inglés), una organización sin fines de lucro con sede en Ottawa, fundada en 1988 para protestar contra el negocio de armas en Canadá. Sanders, que maneja el sitio de protesta en http://www.ncf.carleton.ca/coat/, recomienda: "No hagan el petitorio masivo de correo electrónico. No sirve. Es como un virus. Está bienintencionado, pero es problemático". (Reuters)
     
     
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