Lunes 10 de febrero de 2003
 

Carter, un faro en la oscura Venezuela

 

Por Paula Bustamante

  El ex presidente estadounidense y Premio Nobel de la Paz, Jimmy Carter, se convirtió hace unos días en el único faro de la crisis política venezolana, con dos propuestas que volvieron a Hugo Chávez y a la oposición al objetivo de una salida electoral, oxigenando a la OEA y abriendo espacios al recién conformado Grupo de Países Amigos de Venezuela. Tras unas ocho semanas de un devastador paro opositor que colapsó la industria petrolera y la economía y conmocionó la rutina de los venezolanos, apareció Carter con dos propuestas electorales que "sacan del congelador" la mesa de negociación facilitada desde noviembre por el secretario general de la OEA, César Gaviria. Estados Unidos apoya las propuestas realizadas por Carter, a las que considera una "excelente base para hallar una solución al estancamiento" de la empantanada crisis venezolana, que fue discutida en Washington por el Grupo de Países Amigos de Venezuela: Brasil, Estados Unidos, España, Portugal, Chile y México.
Chávez continúa insistiendo en que el anuncio en Quito de la formación del Grupo de Amigos de Venezuela, el pasado 15 de enero, fue "apresurado" y que la formación debe ampliarse, lo que fue rechazado por su promotor, el brasileño Luiz Inácio Lula da Silva. En su primera misión de paz después de haber recibido el Premio Nobel en el 2002, Carter llegó a Caracas en un clima de creciente violencia callejera y se reunió con el presidente Hugo Chávez y la oposición sindical-empresarial que lidera el paro nacional. En concreto, Carter fijó el 19 de agosto como fecha tope para una consulta electoral en Venezuela, ya sea mediante un referéndum revocatorio del mandatario o una reforma constitucional que acorte su mandato.
"Estas propuestas abren el juego, sacan a la Mesa del congelador, de ese estado catatónico en el cual no había posibilidad de moverse" desde el 18 noviembre, dijo a periodistas Juan Rafalli, asesor jurídico de la comisión en esa mesa de la opositora Coordinadora Democrática. No obstante, para Rafalli y el experto en relaciones internacionales Aníbal Romero las propuestas de Carter no son novedosas, "porque se refieren a figuras que están previstas en la Constitución", e incluso están planteadas en un informe elaborado por la oposición y el gobierno para buscar una salida a la crisis. "Las posibilidades de que las gestiones de Carter avancen no están relacionadas con su prestigio y la voluntad política de las partes, sino con la correlación de fuerzas en las calles. La última palabra está en la situación interna del país", sostuvo Aníbal Romero en una entrevista con la AFP. Romero opina que "la mediación internacional es importante pero no decisiva: lo decisivo es lo que se haga en Venezuela, y por eso la oposición no debe entregar el reclamo a cambio de nada", insistió.
Jesús Torrealba, portavoz de la Coordinadora, dijo a la AFP que el levantamiento de la medida, que cumplió más de 54 días, "depende de lo que se negocie tanto en la mesa de negociación y acuerdo como en el Grupo de Amigos". Romero insiste en que con Chávez hay que tener especial cuidado en que respete un eventual acuerdo para una salida electoral, porque él "es un revolucionario, no un demócrata", resumiendo la postura de los líderes opositores, que destacan la falta de credibilidad del mandatario frente a las propuestas de Carter.
Las propuestas del Premio Nobel, paradójicamente, coinciden con las del propio Chávez: pero Carter les pone fecha y las blinda con un compromiso internacional para cumplir con la salida electoral. Carter, reconocido por sus esfuerzos infatigables en pro de una solución pacífica de los conflictos internacionales, de la democracia, de los derechos humanos y del desarrollo económico y social, se juega ahora su primer desafío como Premio Nobel de la Paz. Militante del partido demócrata, quien abandonó la Casa Blanca en 1981 por la puerta pequeña, estrepitosamente derrotado por Ronald Reagan en noviembre de 1980, Carter renace con sus nuevas actividades, hasta tal punto que es descripto a veces como el "mejor ex presidente" que haya tenido Estados Unidos. Entre sus logros resalta la obtención en 1995 de un cese del fuego en Bosnia-Herzegovina, que duró cuatro meses. Cumplió, asimismo, el rol de mediador en Haití y luego entre facciones rivales en el sur de Sudán. Fue observador de procesos electorales en México, Perú, Nicaragua, Venezuela y Timor Oriental, además de cumplir el papel de consejero en la formación de la Zona de Libre Comercio de las Américas. (AFP)
     
     
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