Brutal ataque a un funcionario y a su familia

Siete encapuchados ingresaron a una chacra en busca de dinero. A una mujer lisiada le pusieron una bolsa en la cabeza y la golpearon. Al hijo, que suele jugar al básquet, le apuntaron a las rodillas.

Aparentemente, los delincuentes llegaron a la chacra con datos equivocados, ya que en la propiedad no había dinero en efectivo. José Palacios (abajo), al igual que toda su familia, fue víctima de una verdadera paliza.

CAMPO GRANDE (ACS).- Unos siete delincuentes encapuchados y armados se ensañaron ayer por la madrugada con la familia del secretario de Gobierno de la municipalidad de Campo Grande, José Palacios, durante un robo en la casa familiar ubicada en las inmediaciones de Villa Manzano. Se cree que "les habían vendido un dato" erróneo de que en el lugar había dinero y armas.
Se llevaron lo que encontraron de valor y hasta cachetearon a una mujer de más de 78 años en sillas de ruedas, en busca del dinero. "Danos las armas y la plata", les exigían en medio de golpes e insultos.
Pero en la casa no había efectivo -se llevaron lo que encontraron en las billeteras del matrimonio- y optaron por robarse la computadora, un equipo de música, un compresor y ropa.
El botín lo cargaron en la Chevrolet 4x4 de la familia, que luego abandonaron sin daños en la zona de chacras Ruca Carey, ubicada entre Cinco Saltos y Cordero. Palacios vive en una chacra a pocos kilómetros de Villa Manzano, por la ruta 69.
"Mi mujer se llevó la peor parte, ella estuvo casi dos horas y media con los delincuentes, entre insultos y golpes. Cuando yo llegué a la casa ya hacía una hora que las estaban golpeando", dijo Palacios.
La mujer permanecía ayer en observación en el hospital de Manzano por un fuerte golpe en la cabeza bajo observación médica y a la espera de una tomografía. Palacios recibió varios golpes en el cuerpo y la cabeza, donde fue suturado con al menos diez puntos.
El grupo de delincuentes llegó a la vivienda antes de las 22. En la chacra estaba la mujer de Palacios y su madre, en silla de ruedas. Escucharon a los perros ladrar y ruidos en el patio, por lo que la dueña de casa se apresuró a cerrar las puertas con llave.
Pero los ladrones destrozaran a patadas la abertura. A la mujer la llevaron a una pieza y la ataron de pies y manos mientras le pegaban en el suelo para que entregara "el dinero y las armas".
A la madre del funcionario le pusieron una bolsa en la cabeza y la abofetearon con rudeza con la misma exigencia.
Palacios llegó una hora después con su hijo de 15 años. "Fue alevoso, ni bien entramos nos tiraron al suelo y agarraron al chico a las patadas. Estaban encapuchados y aparentemente con guantes, porque cuando me ataron, el tipo tenía guantes", recordó. Detalló que eran varios, y que al menos cuatro estaban armados.
Mientras a él lo golpeaban y pateaban en el living de la casa, hacían lo propio con el adolescente en el pasillo, mientras su madre era golpeada en una pieza.
Hubo momentos de máxima tensión: al joven le apuntaron dos veces en las rodillas bajo la amenaza de que no jugaría más al básquet si no decía dónde estaba la plata; en tanto antes de retirarse pidieron la llave de la Chevrolet y le advirtieron a Palacios "si llega a sonar la alarma (del auto), volvemos y te damos dos tiros en la cabeza".
Cuando se fueron, Palacios logró desatarse y liberó a su hijo, quien fue a pedir ayuda a una chacra lindera.
"Todavía no puedo creer lo que nos pasó, en un lugar como Campo Grande donde no suceden estas cosas. Creo que les habían vendido un dato falso, por alguna razón creían que en la casa había armas y dinero, cosa que no hay", dijo aún consternado ayer el funcionario.

No había rastros de la violenta banda

CAMPO GRANDE (ACS).- La policía de Villa El Manzano trabajó anoche sin descanso en busca del grupo de delincuentes armados que atacaron la chacra de Palacios, y dieron con la camioneta familiar alrededor de las 9 de ayer, en una zona alejada del lugar del hecho.
"La camioneta pasó por detrás de la estación de servicio de Barda y salió por el paraje "El 15", evitó la caminera, los controles en Barda del Medio y en Cordero", detalló ayer el subcomisario Julio Caliva, a cargo de la subunidad 57 de Manzano.
Detalló que la camioneta blanca se encontró abandonada en una chacra en las inmediaciones de Ruca Carey -en la zona de chacras de Cordero- y fue periciada en Cinco Saltos, y que los delincuentes no tocaron ni documentación que había en el vehículo, ni provocaron destrozos.
Los investigadores presumen que al grupo de delincuentes los esperaba allí algún contacto, donde cargaron con la computadora y ropas robadas y huyeron sin dejar rastros.
"Se preguntaban continuamente la hora", recordó José Palacios, quien consideró que la banda había fijado un horario de término del atraco.
Los hombres hablaban poco, sólo el que parecía mayor era el más agresivo y tenía la voz de mando, y no se llamaban por los nombres ni entre ellos ni a sus víctimas.