Viernes 14 de febrero de 2003
 

Liberaron a la joven que mató a un ladrón en Neuquén
 

Fue procesada pero el delito del que se la acusa es excarcelable. Reconoció haber hecho los disparos y brindó un relato detallado. La familia abandonó la casa y se llevó todo el mobiliario por temor.
 
La violencia que se vive en el barrio es evidente hasta en las inscripciones en los paredones. La víctima estaba cansada de los robos.
NEUQUEN (AN) - "Yo estaba acostada, pero despierta, cuando sentí ruidos en la puerta". Blanca Ferrada, la mujer que en la madrugada del martes abatió a un joven que intentaba violentar la reja de la puerta de su casa con una barreta y baleó a otro, hizo un pormenorizado relato del trágico episodio. Ayer, tras prestar declaración indagatoria en la que asumió la autoría de los disparos, recuperó la libertad. El juez Roberto Abelleira la procesó por el delito de homicidio y lesiones con exceso en la legítima defensa, una figura que admite la excarcelación.
Ferrada, de 28 años, dijo que ante una seguidilla de robos y asaltos, en el último de ellos además fue blanco de una brutal golpiza, la familia había decidido tener un arma para defenderse. "Tomé el revólver y disparé. Antes, cuando escuché ruidos, me paré junto a la ventana y vi a tres o cuatro personas", dijo la mujer en su declaración, según trascendió.
El esposo de la mujer decidió desalojar la casa y en la tarde del miércoles retiró todos los muebles. Si bien se teme que la propiedad pueda ser blanco de algún atentado, hasta ayer no se había registrado ningún incidente. No obstante, trascendió que la vivienda es vigilada por personal policial.
La mujer estaba con su esposo, una hermana y su bebé de nueve meses en su casa de la calle Moquehue, entre Pomona y Chocón, en el barrio Confluencia, cuando reaccionó ante la presencia de los extraños en la puerta de su casa con la puerta principal y las ventanas enrejadas.
Con un revólver calibre 32 efectuó dos disparos. Uno impactó en la cabeza de Eduardo Emanuel García, de 17 años, quien murió unos minutos después en el hospital. El otro proyectil penetró en la región lumbar de Guillermo Escobar, de 24 años. Según la información brindada por los investigadores, ambos son vecinos del barrio, tienen antecedentes delictivos y en ese momento intentaban derribar la reja de la puerta.
El hecho ocurrió poco después de las 2 y fue relatado con precisión por la joven. Trascendió que, tal como se dijo desde un primer momento, se adjudicó los disparos, aunque habría señalado que ignoraba que habían impactado en los desconocidos.
"Tomé el arma instintivamente", habría dicho. Después de efectuar los tiros se la habría entregado a su esposo y optó por tomar a su bebé y alejarse de la casa.
Debido a que habían sufrido otros hechos violentos, decidieron abandonar la vivienda por el sector del fondo, ante el temor de ser atacados.
El marido de Blanca se habría percatado que en el frente de la casa "había heridos", lo que motivó que se fueran con prontitud del lugar.
Ferrada, quien permanecía detenida desde el momento que se entregó a la Policía, dijo que en el último de los asaltos sufridos, los ladrones la golpearon salvajemente, hasta fracturarle el tabique nasal. Ese hecho, como otros dos ocurridos en los últimos meses del año pasado, están documentado en la comisaría del barrio.
Alguno de los atracos el matrimonio los sufrió en una casilla, que habían levantado en el mismo terreno. Por ello, en la nueva vivienda colocaron rejas en puertas y ventanas, en un intento de protegerse de los delincuentes.
   
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