Martes 25 de febrero de 2003
 

No bajarían las retenciones para la fruticultura

 

Altas fuentes de la Secretaría de Agricultura de la Nación aseguraron a este diario que tendrá que ser el próximo gobierno el que defina llevar al 5% los derechos de las exportaciones en pomáceas, carozo y uva de mesa. Hoy los mismos están en el 10%, lo que determina una transferencia de fondos del sector privado al público superior a los 25 millones de dólares.

  El gobierno nacional archivó, por ahora, la posibilidad de reducir al 5% los derechos a las exportaciones para la fruticultura regional.
"El tema lo tendrá que definir el próximo ministro de Economía", confió un alto funcionario de la Secretaría de Agricultura de la Nación en conversación con este diario.
Los empresarios regionales exigían -tal como se hizo con la citricultura en su momento- una rebaja de cinco puntos sobre los impuestos que se cobraban a toda la oferta exportable de pomáceas, carozo y uva de mesa.
Los derechos a las exportaciones aparecieron en escena hacia principios del año pasado con la salida de la convertibilidad. Para la actividad regional, la posibilidad de bajar este gravamen representaba reingresar por ventas externas al sistema algo más de 12 millones de dólares.
El 10% de retenciones que cobra actualmente el Estado genera una transferencia de recursos desde el sector frutícola hacia la administración pública del orden de los 25 millones de de dólares por año.
Dos son las causas con las que pretende justificar la Secretaría de Agricultura la imposibilidad de igualar las retenciones de la región con las del sector citrícola:
* Por un lado, el hecho de que la fruticultura norteña no cuenta con los reembolsos que tienen hoy las exportaciones patagónicas.
* Por el otro, porque es poco el volumen de cítricos que hoy se comercializa hacia el exterior. El efecto de la devaluación no ayudó a recomponer plenamente al sector como sí lo hizo con la fruticultura del Valle.
"Considero esos argumentos poco válidos, ya que los fondos por reembolsos son inferiores al diferencial impositivo que hoy nos cobran y por que a partir del mes próximo comenzarán a cobrarse ganancias sobre este beneficio (ver recuadro adjunto) lo que determinará una caída de ingresos mayor para la actividad regional", confió un importante ejecutivo de la Cámara Argentina de Fruticultores Integrados (CAFI) en conversación con este medio.
Pero dejando de lado el tema técnico, desde Agricultura dejaron trascender que los tiempos políticos no dan margen para bajar este gravamen, "más aún sobre una actividad que ha generado importantes utilidades este último año, producto de la devaluación concertada por este gobierno. La posición de Economía en ese sentido es muy estricta: sobre quien genera sobreexcedentes debe existir la presión del fisco. Y si no mire qué pasa con el sector petrolero..."
Consultados distintos empresarios regionales por este tema, los mismos coincidieron en señalar que pocas eran las esperanzas que tenían de que los derechos se bajen en la presente temporada. Con la mitad de la exportación de pomáceas y uva de mesa en los barcos, o ya colocada en los mercados, la expectativa del sector se concentra para la próxima temporada, con un nuevo gobierno en el país.
Redacción Central

Cobro de Ganancias

El próximo jueves la Cámara de Senadores aprobará el paquete impositivo enviado por el ministro Roberto Lavagna días atrás al Congreso de la Nación.
Dentro del mismo se contempla que los reembolsos a las exportaciones comiencen a pagar el Impuesto a las Ganancias.
Actualmente por reembolsos a las exportaciones la actividad frutícola regional está percibiendo alrededor de 6,2 millones de dólares.
Inicialmente los mis-mos fueron aprobados por ley con el objeto de dar ventajas competitivas a los puertos patagónicos respecto de los que ya existían en el resto del país.
La legislación actual determina que los reembolsos pierden un 1% por año, por lo tanto los mismos caerían a partir del 2006.
Pero la mejora que percibían los puertos patagónicos se verá cercenada, en parte, con el nuevo tributo a pagar. Para la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), los reembolsos son ganancias netas que tienen las empresas, por lo que les cabe el 35% de impuestos.

   
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