Sábado 22 de febrero de 2003
 

El gobierno tensó más la cuerda con las petroleras

 

Lavagna dijo: "La sociedad no quiere angurrientos". Aseguró que no avalarán una suba de las naftas.

 
Los próximos días serán decisivos para saber si el gobierno tiene poder para evitar una suba de los combustibles.
El ministro de Economía, Roberto Lavagna, reiteró ayer que "no hay motivos" para que aumenten los combustibles y señaló que "no habrá negociación" con la empresas petroleras bajo la condición de discutir aumentos.
Justificó su posición al revelar que desde la salida de la convertibilidad el gas oil aumentó 221 por ciento y las naftas 178 por ciento, lo cual, sostuvo, "está largamente por encima del promedio de aumentos de la economía".
"La empresas petroleras dijeron que como el lunes terminaba el acuerdo había que sentarse a discutir aumentos y en esos términos no hay negociación posible", sostuvo el ministro.
El funcionario formuló declaraciones durante una conferencia de prensa que ofreció ante periodistas acreditados en el Palacio de Hacienda.
"No hay motivos para que aumenten las naftas. Si hay dos sectores que en la Argentina no tienen derecho a patalear son el agro y las petroleras", afirmó, al tiempo que sostuvo que "esta sociedad requiere solidaridad y no ser angurrientos".

"Tomaremos medidas"

Reiteró que en caso que se produzcan aumentos de precios el gobierno tiene decidido dictar las normas necesarias "para absorber la renta extraordinaria por encima de los 30 dólares" por barril de petróleo crudo.
No obstante, el ministro dejó entreabierta la puerta a algún tipo de diálogo al indicar que "vamos a respetar las tendencias normales que marque el mercado, pero una suba por la amenaza de un conflicto bélico no es razonable".
En tanto, el jefe de gabinete, Alfredo Atanasof, reiteró que el Gobierno sigue negociando con las empresas productoras y refinadoras de petróleo para evitar aumentos en los precios de los combustibles, a raíz de las subas registradas en el barril del crudo como consecuencia del conflicto en Medio Oriente.
"El objetivo del Gobierno es que los precios no aumenten", ratificó Atanasof, y sostuvo que para ello "tenemos algunas opciones y sugerencias que vamos a considerar por estos días", aunque no dio mayores precisiones.

Duras negociaciones

En un contexto de difíciles negociaciones entre las productoras y refinadoras de combustible, y de todas ellas con el gobierno nacional, el jueves, el ministro de Economía, Roberto Lavagna, amenazó a las compañías con aumentar 100% las retenciones a las exportaciones por encima de los 30 dólares el barril si éstas decidieran aumentar los precios de los combustibles en el mercado interno.
En la víspera llegó a considerarse inminente la ratificación del acuerdo para mantener estables los precios internos del rubro, pero a media tarde las refinadoras responsabilizaron a "algunas productoras" por negarse a fijar un nuevo precio tope para el crudo a proveerles.
Para las productoras la clave para continuar el acuerdo pasa por una rebaja de las retenciones a las exportaciones de hidrocarburos que aplica el gobierno (20 por ciento en el caso del crudo), tema en torno al cual existiría mejor disposición en la Jefatura de gabinete que en el Palacio de Hacienda.
De hecho, Lavagna mostró el jueves su decisión de subir la apuesta de las retenciones si las compañías decidieran, a partir del lunes, aumentar los precios al público.
En un acuerdo por 90 días firmado el 2 de enero las empresas productoras se comprometieron a vender a las refinadoras el barril de crudo a un precio de referencia de 28,50 dólares y éstas, a su vez, a no incrementar el precio de las naftas y gasoil al público.
Se trata de un esquema compensatorio entre las partes, ya que a su vez las refinadoras seguirían pagando 28,50 dólares el barril de crudo aún cuando la cotización internacional del crudo WTI bajara.
No obstante, también se acordó que el convenio podría ser revisado en caso de que el precio internacional del crudo superara los 35 dólares durante diez días consecutivos, que es lo que ocurre actualmente.
y Télam)

Propondrán oferta a acreedores

El gobierno argentino podrá hacer una oferta a los acreedores privados internacionales para la reestructuración de la deuda antes de fin de año, y seguramente presentará un menú combinado de opciones que incluirá quitas de capital, reducción de tasas y mayores plazos de pago, adelantó el ministro de Economía, Roberto Lavagna.
"Sobre finales de año se puede entrar en la parte sustantiva de la discusión con los acreedores privados. En el otoño-invierno del hemisferio Norte podemos estar en condiciones de hacer una oferta y recibir respuestas", dijo Lavagna. El ministro agregó: "Argentina tendrá que manejar la idea de un menú de opciones, y hacer lo mismo que hicimos para adentro, creando opciones voluntarias dentro de las restricciones que la realidad impone: en algunos casos será quita, en otros menor tasa de interés, y en otros alargamiento de los plazos". "En Europa el grueso son tenedores individuales, en Estados Unidos son institucionales.
La demanda que van a hacer, por eso, es distinta", explicó Lavagna. En ese sentido, detalló que "hay una etapa de ordenamiento y clarificación por parte del asesor financiero (Lazard Frères), que podrá durar seis meses porque hay algo así como 350 mil individuos en Italia, 300 mil en Alemania, y no se sabe si 35 mil o 50 mil en Japón". "La tarea del asesor financiero es clarificar quién está del otro lado de la mesa. Yo creo que en seis meses esa tarea puede estar hecha, y recién ahí se va a poder hacer algún tipo de oferta".

   
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