Martes 25 de febrero de 2003

 

El futuro de Pellegrini se arregla con un par de triunfos

 

El técnico insiste en que sigue teniendo respaldo. Dicen que hay jugadores que no están conformes.

 
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Ocho meses en Ríver Plate es demasiado para no darse cuenta de ciertas cosas.
Es un club que raramente admitiría que un entrenador suyo de tan vasto y riquísimo plantel profesional acepte, después de más de medio año, que no encuentra razones ni causas de semejante bajón futbolístico, al que ahora se agrega el anímico.
Sin embargo, el chileno Manuel Pellegrini insiste en que encuentra todavía un respaldo de dirigentes y jugadores suficiente como para, no sólo rehusarse a renunciar, sino a apresurarse a redoblar la apuesta sentenciando que dará lucha hasta el final.
El argumento que esgrime es que está en el marco de un proyecto global que es entendido y apreciado por las dos partes referidas, aunque, claro está, reconoce que el mismo necesita urgentemente resultados positivos que lo permitan llevar adelante en un clima de mayor tranquilidad a los hinchas.
Proyectos a largo plazo sin el aval de resultados perentorios en clubes como grandes no han funcionado nunca y cada uno de ellos fue abortado por la carencia de sumatoria de puntos cuando los mismos se requerían.
Por otro lado, la paciencia en entidades medianas o chicas se ha ido reduciendo sensiblemente en cuanto al mantenimiento de técnicos sin el apoyo de triunfos.
El final del partido frente a Vélez introduce en este análisis el rol del hincha de Ríver en esta incipiente historia de la era Pellegrini.
Y es en éste rubro -crucial si los hay- en el que la paciencia se limita dramáticamente, al grado tal, que muchos comentan que a partir del domingo plagado de disconformismo e insultos de la gente, la tolerancia para el chileno será cero si no logra revertir la malaria en un lapso que no iría más allá de esta misma semana.
Entonces todo parece indicar que Pellegrini se juega el puesto en los próximos dos partidos, el jueves ante Libertad de Paraguay por la Copa Libertadores que Ríver comenzó perdiendo 2-0 contra Deportivo Cali y tres días después frente a Colón, nada menos que en Santa Fe, por la tercera fecha de un torneo Clausura que tiene al conjunto de Núñez en el fondo de la tabla con apenas un puntito en su haber.
Pellegrini no encuentra el rumbo, se lo nota confundido y las malas lenguas afirman que sus dirigidos han empezado a darle la espalda.
Y este dato, lapidario en el afán del chileno de quedarse para no sentir el rigor del fracaso prematuro, por nada del mundo se arreglaría con un par de victorias. (AR y DyN)

Coudet cree que hay tiempo para cambiar

El mediocampista Eduardo Coudet manifestó que "Manuel Pellegrini no esta atado a ningún sistema de juego en particular y que puede cambiar el actual, cuando él quiera".
Ríver vive un difícil momento, donde no se le dan los resultados y necesita ganar para salir de la crisis y por eso el principal referente del plantel, el "Chacho" Coudet, fue el que dio la cara, tras el entrenamiento realizado ayer en el Monumental.
"Pellegrini no está atado a aplicar un sistema de juego determinado, puede cambiar el actual si quiere, si lo considera necesario para el equipo. Es un técnico inteligente y capaz", aseveró.
"Encontrarle una explicación al mal momento que estamos pasando, hay que buscarlo por el lado que no se dan los resultados, aunque considero que las actuaciones fueron buenas".
Fue sincero al decir "que el del domingo con Vélez fue el peor partido que jugamos desde que comenzó el año" y añadió que "tenemos que recapacitar y trabajar el doble para revertir esta situación", remarcó.
"Espero que con Libertad cambie la mano, ganemos y nos pongamos en carrera en el grupo de la Copa. Servirá como un incentivo para encarar con otras expectativas, tanto el torneo Clausura como la Libertadores", concluyó.
Tras dialogar durante una hora con los jugadores sobre los errores y distracciones cometidas en el partido que perdieron con Vélez , Pellegrini ordenó que realizarán trotes, y trabajos de elongación.
La tarea concluyó con un improvisado fútbol cinco en espacios reducidos, donde sólo participaron aquellos jugadores que no serán tenidos en cuenta para el partido del jueves ante los paraguayos.
No tomaron parte del entrenamiento Luis Gónzalez, quien vomitó durante toda la noche; Víctor Zapata, con un esguince leve en la rodilla izquierda y Rubén Ameli, afectado de un problema estomacal al que se le siguen realizando estudios para determinar la gravedad y que ya ha sido descartado para el encuentro de la Copa. (AR y DyN)

   
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