Lunes 10 de febrero de 2003 | ||
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Boca festeja por adelantado y Ríver sufre demasiado |
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La llegada de Bianchi motivó a un plantel que quiere ir lejos. |
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MAR DEL PLATA (Télam, por Carlos Alberto Juvenal, enviado especial).- El verano reforzó la afirmación de que Boca con la llegada de Carlos Bianchi se asegura títulos porque el equipo de la ribera, sin hacer demasiado, fue el mejor en este comienzo de año, mientras que la torre de sueños que quiere construir en Ríver el ingeniero Manuel Pellegrini parece derrumbarse antes de su inauguración. Por su parte, Independiente, Rácing y San Lorenzo lucieron su irregularidad en el verano pero esperan, cuando vuelvan sus jugadores de la selección, poder terminar de armarse para pelearle a Boca y Ríver el título en el torneo Clausura. Desde que se conoció la noticia de la vuelta de Bianchi a Boca, en la ribera están preparando las botellas de champagne y algunos ya descorchan por adelantado. Si bien Boca no desplegó un gran fútbol -estuvo lejos de ese ideal-, en el verano venció con los titulares, con los suplentes de los suplentes y el clima ganador creado alrededor de Bianchi, que el técnico contribuyó en gran medida a acrecentar demostrando su gran capacidad como conductor, parece no detenerse. Además, Bianchi terminó de conformar un plantel para pelear el torneo Clausura y la Copa Libertadores, recuperando jugadores como Alfredo Moreno y Raúl Estévez e incluyendo juveniles de gran futuro, que ya piden primera, como Facundo Bonvín, Miguel Caneo y Matías Silvestre, entre otros. Por el lado de Ríver sucede todo lo contrario: Pellegrini no le encuentra la vuelta al equipo, hay peleas internas, encima Boca le gana hasta con los suplentes y lo goza en el último minuto. El tema es que en Ríver está todo mal barajado desde el vamos, sobre todo cuando antes de un superclásico el técnico le grita delante de todos a uno de los referentes del plantel, como Angel Comizzo, y recibe como respuesta la indiferencia total del arquero, quien a su manera se burló de la situación dejando mal parado al ingeniero en el Sheraton de la ciudad de Mar del Plata. Otra de la preguntas que deberá responder el entrenador de Ríver es por qué Nelson Cuevas no está entre los titulares indiscutidos si fue el mejor entre sus dirigidos en el verano: ¿Será por qué sus únicos amigos del plantel son Comizzo y Celso Ayala? ¿Tendrá que ver que los otros referentes ni siquiera saludan al delantero paraguayo? Seguramente con Andrés D"Alessandro se verá otro Ríver. Habrá que ver donde incluye Pellegrini a Luis González, pero no es alentador este comienzo de año para Ríver, no sólo por la derrotas con Boca, sino porque el equipo no tiene brújula y en estos torneo cortos (el Clausura) y eliminatorios (la Copa Libertadores) en breve se puede llegar a pagar muy caro las consecuencias. |
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