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Jueves 6 de febrero de 2003 | |
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La selección exhibió el sello de siempre |
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La victoria ante México sirvió sólo para las estadísticas |
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| BUENOS AIRES (Télam, por Adolfo Morales).- El triunfo que el seleccionado argentino consiguió antenoche en Los Angeles, ante su par de México por 1-0, apenas sirvió para ensanchar la diferencia de partidos ganados hacia el rival azteca, aunque también permitió distinguir que cualesquiera sean los intérpretes que Marcelo Bielsa pone en cancha la presión es la característica primordial de los equipos albicelestes. El juego en el "Memorial Coliseum" de Los Angeles ya es historia y la Argentina se apresta ahora a cumplir el tercer y último compromiso de esta gira : el sábado rente al representativo estadounidense. Pero, con los hombres que militan en el "ámbito local", ¿qué cambió en el juego del equipo argentino? Muy poco. Es cierto que la constelación de figuras que actúan en el 'extranjero' pueden garantizar una mejor y mayor jerarquía colectiva e individual, pero no lo es también que los conjuntos "marca-Bielsa" ya tienen un sello distintivo. Por lo pronto, la presión en tres cuartos de cancha hacia adelante se convierte en el leitmotiv que impulsa a los equipos nacionales argentinos. Aunque también es necesario consignar que, en la mayoría de las oportunidades, esa intención de adelantarse en el terreno adversario se confunde con vértigo, que trae aparejada imprecisión y falta de coordinación en los movimientos ofensivos. Garra, coraje y voluntad nunca le faltan a los hombres que se calzan la camiseta celeste y blanca y, por cierto, es lo menos que se les podría pedir: ¿Pero no sería necesario, también, adosarle a esos argumentos alguna receta en la que la inspiración prevalezca sobre los sistemas tácticos? Es cierto, Argentina ganó con un gol del pibe Gonzalo Rodríguez y lo hizo bien, pese a que pasó algunos sobresaltos con los conducidos por el argentino Ricardo Lavolpe, que exhibieron una plausible intención por salir jugando desde abajo, aun en situaciones bastante comprometedoras. Pero hay aristas que merecen ser destacadas y deberían servir de advertencia. Por ejemplo, la fricción que propone en cada juego el equipo argentino. Es que las expulsiones que sufrieron al cabo de la gira Ariel Garcé y Gabriel Milito y las amarillas que cosecharon Leonardo Ponzio, Sebastián Battaglia y Pablo Guiñazú no son más que la consecuencia directa de falta de 'timing' para llegar a los cruces. El obstáculo llamado México también fue sorteado exitosamente Sin embargo, los mismos déficits que llevaron a la frustración en Corea Japón 2002 (con los 'consagrados' que volverán a la cancha el 12 ante Holanda) amenazan con convertirse en un fantasma que vuelve a rondar. "Mostraron mentalidad ganadora" La victoria por 1 a 0 de Argentina frente a México dejó conforme al técnico del seleccionado, Marcelo Bielsa, quien destacó la "mentalidad" que tuvieron los jugadores para ganar en un "duro partido". |
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