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Domingo 23 de febrero de 2003 | |
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Carlos Fuentes imagina el México del futuro |
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Atados a los vicios políticos del presente es el futuro que Carlos Fuentes visualiza para México en su última novela "La silla del Aguila", un libro que no tuvo un gran lanzamiento y apareció en la librerías en forma casi clandestina. |
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| Ciudad de México, (dpa) - El escritor mexicano Carlos Fuentes realiza en su última obra "La silla del Aguila" una incursión literaria en la política de un México que vive en 2020, pero pinta algunas de las características que hoy más critican los mexicanos. El libro de Fuentes, que nació luego de una conversación en la que el ex presidente de los Estados Unidos, Bill Clinton, le preguntó qué pasaría si se muere el presidente mexicano, comenzó a circular la semana pasada casi clandestinamente. Alfaguara México aún mantiene en su página de Internet como la más reciente obra de Fuentes a su anterior novela, "El instinto de Inez", y sus portavoces eluden informar sobre "La silla del Aguila", la cantidad de ejemplares editados y cuándo se presentará en otros países. Las librerías más concurridas del Distrito Federal esperan, sin embargo, que "La silla del Aguila" sea "el más vendido del mes". En "El Parnaso", que tiene la obra desde el pasado lunes, han sido adquiridos sólo 10 libros. "El Sótano", que recibió al final del viernes 1.000 ejemplares, vendió 50. El texto de Fuentes, autor entre otros de "La región más transparente" y "La muerte de Artemio Cruz", versa sobre un país gobernado por un presidente abúlico y definido por sus colaboradores como un "hombre bueno", que de "tan combativo en campaña decidió ser una especie de santo estilista en el gobierno". La novela gira en torno del poder que se le concede al presidente (el Aguila del escudo mexicano en la imaginería popular) y a lo que esperan de ellos los mexicanos. El principal consejero del mandatario Lorenzo Terán, Xavier Zaragoza "Séneca", le dice: "Ahora que lo veo agonizando, entiendo mejor que nunca que un presidente no hace ni se hace. Es producto de la ilusión nacional -o de la alucinación colectiva-". Si bien Fuentes escribe sobre un país futuro, los personajes de "La silla del Aguila" se confunden con muchos de los actuales o recientes políticos mexicanos más destacados, tanto por el lenguaje con que se expresan, como la forma en que actúan, los vicios del poder y la codicia que manifiestan. Zaragoza "Séneca", el filósofo del gobierno, le dice tras la muerte del presidente Terán a María del Rosario Galván, la protagonista femenina, que "no hay racionalidad que logre imponerse en México". "Este país se arrodilla ante el poder con respeto, pero no acepta la bonhomía, mucho menos la simplicidad de un ranchero", expresa al presidente Tácito de la Canal, el personaje que es investido jefe del gabinete ministerial. Las intrigas palaciegas en derredor del presidente entrelazan la realidad del presente con el pasado y conducen a uno de los actores a afirmar que "desde 1800 (Alexander von) Humboldt dijo la verdad: "México es un mendigo sentado sobre una montaña de oro"". La novela también aborda la problemática de los partidos, los que son descriptos profundamente divididos, en descomposición, vacíos en sus discursos, a la espera de una tajada de poder que los beneficie. |
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