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Sábado 15 de febrero de 2003 | ||
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Darío Canales, con alma chamamecera |
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El acordeonista cipoleño participa en el Festival Nacional del Chamamé. |
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La cita es en la ciudad de Mburucuyá y en las sucesivas ediciones de este suceso han tomado parte las figuras más connotadas de la canción litoraleña. "Es un orgullo, y también una gran responsabilidad, que haya podido llegar, por la región patagónica, a este festival. Estoy tratando de dejar bien sentados los prestigios de los muchos que hacemos chamamé en el sur del país", dijo este muchacho que se hizo amigo inseparable de su acordeón desde chiquito, y que a los 12 años empezó el peregrinaje que lo ha catapultado a lugares de privilegios en ese particular estilo del género folclórico, que tiene miles de adeptos en toda la geografía argentina. La pasión chamamecera y litoraleña a Darío le viene de su padre, el conocido "Coco" Canales, que se florea desde hace añares con la música vernácula, y que lo fue presentando de a poquito en cuanta peña había, hasta que el pibe tomó vuelo propio y fue figura en encuentros, aquí y en el país. Darío Canales se perfeccionó en el Instituto Atenea y fue uno de sus artífices Feliciano Kloberdanz. Paralelamente, siguió sus estudios. Terminó el nivel secundario en el Colegio 17 "Patagonia Argentina" de Cipolletti y se recibió de auxiliar en carpintería en el San José Obrero, de Neuquén. "Me gusta interpretar temas que invitan a bailar. Mi repertorio incluye polcas, pasodobles y rancheras pero me he esmerado en interpretar y transmitir con respeto, porque así lo siento, el ritmo chamamecero de nuestro litoral". "Estoy convencido que con la música y el baile la gente tiene alegría, que ayuda a soportar las dificultades de la vida cotidiana", sostuvo Darío. Entre las piezas que interpreta figuran "El Tirabuzón", de Tarragó Ros, "Barrio del paredón" y "A Bernardino Herrera", de Juan Carlos Romero, todos chamamés, y de los buenos. En la programación del festival se referencian los grandes de los ritmos litoraleños, como Ramona Galarza, Los Chaqueñísimos Cardozo, Los Hermanos Barrio y Los de Imaguaré, entre muchos otros. Darío, el crédito de esta zona, está contando con el soporte de notables músicos que lo acompañan en sus presentaciones. Para el caso, el contrabajista Miguel Klein, quien asiste asiduamente a Tarragó Ros y a Ernesto Montiel, y los hermanos Atilio y Chacho Jiménez. La convocatoria correntina es un desafío, pero no le es ajena a Darío Canales. Con marcada constancia, dedicación y horas de ensayos logró participar, en el 2001, de la 31 edición. Empero, el espaldarazo, con el reconocimiento del público, es ahora. Se fue con tiempo como para que lo vayan escuchando en las cercanías litoraleñas del escenario central, y teniendo en cuenta. Llevó aires de ganador, no sólo por la intrepidez de sus 20 años sino porque logra sacarle al acordeón una música que le sale del sentimiento, por su compromiso con el chamamé. |
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