Domingo 9 de febrero de 2003
		Verano colmado
		Bien podríamos comparar el verano folclórico con el verano turístico de este año en la Argentina. En realidad, creo que están ligados directamente a lo que esta temporada ocurrió con los argentinos que en otras épocas vacacionaban en el exterior. Y claro, los más grandes festivales exponentes del folclore Argentino están en la misma provincia, Córdoba, una de las que más cantidad de visitantes recibió en enero. Por consiguiente, como podremos imaginar, Cosquín y Jesús María tuvieron enorme concurrencia. De paso, quiero responder a una lectora que de muy buen modo, me reprochó que siempre hablara de estos festivales como los más importantes. Y de verdad lo son. No hay en este país una muestra con semejante convocatoria, ligada directamente al folclore. Sin ir mas lejos, tomemos como ejemplo las fiestas que se hacen en la región y veremos que salvo algunos elegidos, el folclore está casi ausente durante el verano. Las Grutas, por ejemplo, hace una muy buena convocatoria veraniega pero apunta a un público que no es precisamente el de la zamba y la chacarera. En la Fiesta de la Pera estuvo Soledad, pero mal podríamos llamar a esta propuesta un festival folclórico, cuando los atractivos fueron de los más variados. Para que quede claro, no digo que una es mejor que la otra, apenas las diferencio por el estilo y la música elegida. Con todo el respeto que me merece Joan Manuel Serrat, días atrás alguien me dijo "eso es música", refiriéndose al estilo del español. Pero no se quedó allí y agregó algo que ni siquiera merece respuesta por lo ignorante y descalificador : "eso es música y no la porquería de folclore que van a ver a los festivales". Más allá de estas cuestiones, los dos festivales cordobeses se llevaron la preferencia del turismo que eligió Córdoba para pasar las vacaciones. De todos modos, los mismos organizadores de Cosquín y Jesús María admitieron que las carteleras más o menos atractivas llevaron más o menos público. Y otro verano más, Los Nocheros y El Chaqueño Palavecino se llevaron la mejor parte de los aplausos. El Chaqueño hizo desbordar a Jesús María y después repitió en Cosquín. En la ciudad de serrana no cayó muy bien que Los Nocheros tuvieran periódicas actuaciones en Carlos Paz porque temían que la gente se hiciera unos kilómetros desde Cosquín y después no fueran al festival. Sin embargo, como siempre Los Nocheros llenaron la plaza y no quedó una silla vacía, como para ratificar que vayan donde vayan siguen siendo líderes. Es tanta la gente que copó las sierras de Córdoba, que no sólo los festivales estuvieron llenos, sino también las peñas que cada año son más numerosas. De estas últimas hablaremos después. Haremos más adelante un balance de uno y otro festival, de lo que fue Cosquín y Jesús María, del significado de cada uno y de lo metidos que están en esta sociedad argentina que cada año tiene la mayor cita con el folclore, donde se juntan consagrados y aspirantes y donde las expectativas siempre son diferentes. Ojalá con el tiempo aparezcan más cosquines y Jesús María, ojalá el Folclore tuviera también en la Patagonia una cita de esta magnitud en una época del año. Jorge Vergara jvergara@rionegro.com.ar
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