Con casi 38ºC, la gente inundó las playas rionegrinas

Desde El Cóndor, en la desembocadura del río Negro, hasta las Piedras Coloradas, en el extremo más alejado de Las Grutas,
la costa se vio llena de gente en un día muy caluroso.

Cacho Castaña hizo gala de todo su carisma.

LAS GRUTAS, VIEDMA (ASA, AV)- Ni un centímetro de arena dejó libre la impresionante afluencia de visitantes a esta villa turística durante la agobiante jornada de ayer. Es más, cientos debieron trasladarse a playas algo más alejadas, pero no menos hermosas, para poder disfrutar en un día de calor como pocos en este verano atlántico.
A las 17 la gente estaba en su mayoría en el agua, más tibia que nunca. Es que la temperatura llegó en ese momento a los 38 grados centígrados, marcando lo que fue su punto máximo para el domingo. Y a las 18.15 se produjo la pleamar y entonces la disputa por los espacios fue dificultosa.
Otro tanto ocurría en el Valle Inferior del río Negro, donde la temperatura también rondó los 38 grados. En esos momentos, los vecinos y turistas ya habían colmado los balnearios de Viedma y Carmen de Patagones, como también, las diferentes playas de El Cóndor y de La Lobería. Desde la mañana, la jornada se presentó muy calurosa aunque el viento del norte y del noroeste de la tarde fue lo que alentó un incremento de la temperatura que tuvo pico de calor -según el registro oficial- fue de 37,7 grados a las 18. La posterior rotación del viento al sudeste determinó que el registro cayera a 32 grados en menos de una hora y a 30 grados a las 20, por lo cual los balnearios y las playas permanecieron colmados hasta las últimas horas de la tarde.
En Las Grutas, mientras, muchos emigraron hacia Las Piedras Coloradas, un sitio paradisíaco con rocas graníticas, compuestas además por feldespato, que aporta su particular tonalidad, arena suave y una enorme extensión de playas, ideal para escapar al gentío que se instala en las playas céntricas.
Otros, más previsores se fueron al puerto del Este, a unos 70 kilómetros a disfrutar de La Conchilla y las demás playas de la península Villarino. También la Costanera de San Antonio se mostró repleta, no solamente de los fieles residentes de la ciudad sino de decenas de turistas que se acercaron a conocer el lugar.
A las 19.30, el viento que durante el día sopló del noroeste a algo más de 30 kilómetros por hora, empezó a rotar y el aire se puso más fresco. Pero no mucho.
A las 20.30 la temperatura había descendido hasta los 27 grados y la brisa corría del sur, dando alivio a todos los que durante el día fueron casi calcinados por un sol ardiente.
De esta manera, el clima sigue colaborando con una temporada que ya se presenta como récord. Se sabe que ingresaron a la villa desde el 1 al 21 de enero más de 53 mil turistas, que se agregan a los 20 mil que lo hicieron en diciembre, lo que establece la marca máxima en la historia de la villa.
Los porcentajes de ocupación siguen rondando el ciento por ciento. Las casas de comidas y restaurantes se ven en muchos casos sobrepasados en su capacidad y muchas cierran la cocina aún con gente pretendiendo comer.
El tránsito, especialmente en las horas pico, es decir después del mediodía y al atardecer cuando los bañistas se retiran, es lento y dificultoso, por lo que los inspectores de tránsito y el personal policial intentan controlar a los conductores para que mantengan la prudencia.
En definitiva, tanto en la playa como en la villa, Las Grutas está excedida en la demanda, pero afortunadamente en general los servicios no han colapsado.

Cacho Castaña hizo vibrar a las románticas en el Polideportivo

LAS GRUTAS (ASA)- La Fiesta del Golfo Azul empezó a tomar color antenoche, con la excelente actuación de Cacho Castaña, quien a pesar de haber sufrido una leve descompensación en la noche del viernes, que requirió una breve atención en el hospital de San Antonio, se brindó de lleno al público que en aceptable cantidad se acercó al polideportivo municipal en la segunda noche de esta decimocuarta fiesta nacional.
Sus éxitos de hoy y de ayer fueron ovacionados por un público constituido mayoritariamente por mujeres que, sobre el final del recital, se acercaron al escenario para intentar obtener al menos una caricia del carismático cantante de tangos y baladas.
Con "Ojalá que no puedas...", ese tema que, según cuenta su autor, se basa en los dichos de una ex pareja que al descubrirle sus mentiras y affaires le deseó la incapacidad para continuar con sus amoríos, empezó a cerrar un noche muy romántica. "Ahora voy a terminar con el tango más nuevo, que es como el hijo más chico, el que uno más mima", dijo Castaña, instantes antes de entonar, "Por esa puta costumbre...", el primer verso de "Cacho, de Buenos Aires", su canción más autorreferencial en la que vuelca sentimientos, anhelos vigentes y algunos arrepentimientos. Finalmente, terminó con una canción más vieja y más movida, que hizo bailar a las jóvenes y no tanto, que llegaron al Polideportivo.
Después de cumplir con las fotos y autógrafos para sus fans, de todas las edades y hasta de ambos sexos -fue insólito ver a dos policías de adicional, vestidos con uniforme fotografiarse con Cacho Castaña-, se reunió con "Río Negro" y con el programa de TV "Integración Regional", con los que compartió una breve charla.
Una canción suya habla de la crisis, sobre irse o quedarse en el país. ¿Hoy que sugiere?.
- "Hay que quedarse porque la pesadilla ya va a terminar. Es muy fácil quedarse en las buenas e irse en las malas", dijo en tono crítico. Luego hizo gala de su sensualidad, habló de la seducción y hasta cantó una par de versos a capella.
Mañana, fuera del marco de la fiesta, pero también en el Polideportivo se presentará La Bersuit Vergarabat y el miércoles estará León Gieco; dos noches imperdibles para que los miles de turistas disfruten y aplaudan. Los espectáculos continuarán intercalados hasta el 22 de febrero cuando se coronará a la nueva soberana, que reemplace a Laura Belén Alles, la actual Reina Nacional del Golfo Azul.