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Lunes 20 de enero de 2003 | |
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Líderes, se buscan |
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| BUENOS AIRES (ABA) - La desconfianza en la clase dirigente y el escaso nivel de participación, no implica que los argentinos le hayan dado la espalda a la política. En la práctica -subraya el trabajo en cuestión-, siete de cada diez adultos prestan atención "regularmente" a las noticias de política nacional por algún medio de comunicación masivo. El 60 % de los mismos lo hace por televisión, el 40 % por radio, el 32 % por los diarios, e incluso el 4 % vía internet. De tales cifras se desprende que son muchos los ciudadanos que consumen noticias por más de un medio para informarse de las mismas circunstancias. En cuanto al cambio que la gente advierte necesario hacer, la investigación probó que la mayoría de la sociedad cree que "debe gestarse desde las elites, desde liderazgos, más allá que la comunidad pueda acompañar". En este razonamiento -indica un párrafo del informe- tiende a diluirse el posible impacto de factores externos que condicionen el menú de opciones de los políticos. La imagen de una política cercada por los imperativos del mercado y una economía globalizada pierden peso en la opinión pública argentina. Por ejemplo, ocho de cada diez argentinos consideran que "los políticos tienen el poder y los recursos para solucionar los problemas del país pero no saben u-sarlos o no les interesa porque defienden sus propios intereses". En este punto radica el reclamo de una reforma de fondo al sistema político al que se hace referencia en el núcleo de esta nota. Un aspecto interesante, en consonancia con lo que demostraron una cantidad de trabajos académicos, es que la adscripción a la democracia está fuertemente relacionada con la confianza interpersonal; es decir la que se puede tener en términos generales una persona en otra. Así la probabilidad de que un argentino sostenga que la democracia es preferible a cualquier otra forma de gobierno, asciende al 69 % si además ese individuo cree que se puede confiar en sus semejantes. Por el contrario, la probabilidad descenderá el 50 % si lo invade la desconfianza. Del mismo modo, aquellos que confían en los otros tienen una probabilidad significativamente más baja de favorecer una potencial opción autoritaria (43 %) que aquellos que sienten de una manera opuesta. Sin ocultar la preocupación que genera los importantes síntomas de desafección respecto a la institucionalidad; un dato positivo es que hay un considerable grado de adhesión al sistema si se tiene en cuenta el juicio contundentemente negativo respecto al desempeño de sus principales actores. |
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